La Asociación Europea de Biogás confirma un fuerte compromiso inversor del sector privado, pero cree que se necesita más apoyo político para mantener el impulso.

ensayan el uso de residuos para producir biometano vehicular

El sector del biometano en Europa continúa creciendo. La capacidad instalada de producción alcanzó los 7.000 millones de metros cúbicos anuales (bcm) al cierre del primer trimestre de 2025, lo que representa un aumento del 9% respecto a 2024. Sin embargo, ese crecimiento comienza a ralentizarse, pese a que el interés inversor sigue siendo sólido e incluso ligeramente superior al del año anterior, con una inversión total de 28.000 millones de euros.

Este desfase entre la inversión y el ritmo de expansión evidencia la necesidad urgente de una estrategia política clara, con objetivos vinculantes y medidas regulatorias eficaces, tal como reclama el sector en su propuesta de una Hoja de Ruta hacia 2040.

El informe Biomethane Investment Outlook 2025, publicado la semana pasada por la Asociación Europea de Biogás (EBA), confirma un fuerte compromiso del sector privado. La inversión detectada este año supone 1.000 millones de euros más que la registrada en 2024 y se espera que permita alcanzar 7,3 bcm de capacidad anual de aquí a 2030.

También ha aumentado el número de plantas de producción en Europa: de 1.548 en 2024 a 1.678 en 2025, según refleja el nuevo Mapa Europeo del Biometano. Solo en lo que va de año, ya han comenzado a operar 56 nuevas instalaciones, en un sector que avanza de forma sostenida hacia un modelo energético más sostenible.

Francia lidera el sector, superando a Alemania tanto en volumen de producción —con un 21% más— como en número de plantas, con una ventaja de tres a uno. Por el contrario, Reino Unido y Alemania muestran signos de estancamiento, debido principalmente a la incertidumbre regulatoria. Otros países como Italia, Países Bajos, Dinamarca y Suecia también han contribuido significativamente, aunque con menor crecimiento interanual.

En España, por contra, el sector del biometano es casi testimonial, si lo comparamos con nuestros vecinos al norte de los Pirineos.

El tamaño medio de una planta de biometano en Europa es de 483 Nm³/h, aunque existen notables diferencias entre países. Francia, pese a su liderazgo en número de instalaciones, opera con plantas más pequeñas (251 Nm³/h de media). En cambio, Italia (727 Nm³/h) y Alemania (605 Nm³/h) cuentan con infraestructuras más grandes, al igual que Dinamarca, que registra plantas de hasta 1.468 Nm³/h.

Actualmente, más del 85% de las plantas están conectadas a la red de gas, alimentando un 47% de la red de distribución y un 8% a infraestructuras de transporte.

“Hace tres años, el plan REPowerEU fijó una meta de 35 bcm de biometano para 2030, generando confianza en el sector. A largo plazo, los biogases podrían aportar hasta 150 bcm, 177 Mt de fertilizantes orgánicos y 120 Mt de CO₂ biogénico para 2050. Es una solución circular y autóctona para los objetivos energéticos y climáticos de Europa. Pero esa ambición aún no se refleja en el crecimiento acelerado que necesitamos”, declaró Harmen Dekker, director general de la EBA.

Dekker concluye que se requiere un compromiso político claro, con objetivos legales vinculantes y apoyo institucional a largo plazo, para que el biometano consolide su papel en la seguridad energética, la sostenibilidad y la competitividad europea.

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