Un estudio de la AEMA refleja que la exportación de textiles usados desde la UE se ha triplicado en las dos últimas décadas, y una parte importante termina en vertederos de África y Asia.
Los textiles desechados en Europa, incluida la ropa y el calzado usados, constituyen un problema creciente de residuos y exportaciones. Según un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), el rápido aumento de las exportaciones de productos textiles usados de la Unión Europea (UE), algunos de los cuales se reutilizan y otros acaban en vertederos, demuestra que Europa se enfrenta al reto de cómo gestionar sus propios productos textiles usados.
La cantidad de textiles usados exportados desde UE se ha triplicado en las dos últimas décadas, y las cantidades pueden seguir aumentando, según el informe de la AEMA. El estudio se basa en un análisis más detallado realizado por el Centro Temático Europeo de Economía Circular y Uso de Recursos de la AEMA.
Europa se enfrenta a grandes retos en la gestión de los textiles usados, que deberán recogerse por separado en la UE para 2025. Dado que las capacidades de reutilización y reciclaje en Europa son limitadas, una gran parte de la ropa desechada y donada y de otros productos textiles se exporta a África y Asia. La percepción pública de que las donaciones de ropa usada siempre son útiles en esas regiones no refleja la realidad. Una vez exportados, el destino de los productos textiles usados suele ser incierto, según el informe de la AEMA, que analiza las pautas y tendencias de las exportaciones de productos textiles usados de la UE entre 2000 y 2019.
Según los datos analizados de las Naciones Unidas, las exportaciones de textiles de la UE han aumentado y se sus destinos son principalmente África y Asia. El informe también muestra cómo se están abordando algunos retos relacionados con estas exportaciones en las políticas actuales y propuestas de la UE. En la estrategia de la UE sobre textiles sostenibles y circulares, publicada en marzo de 2022, se menciona específicamente la necesidad de abordar los retos de las exportaciones.
Principales conclusiones
- La cantidad de textiles usados exportados desde la UE se ha triplicado en las últimas dos décadas, pasando de poco más de 550.000 toneladas en 2000 a casi 1,7 millones de toneladas en 2019.
- La cantidad de textiles usados exportados en 2019 fue en promedio de 3,8 kilogramos por persona, o el 25% de los aproximadamente 15 kg de textiles consumidos cada año en la UE.
- En 2019, el 46% de los textiles usados exportados desde la UE terminaron en África. Los textiles se destinan principalmente a la reutilización local, ya que existe una demanda de ropa barata y usada procedente de Europa. Lo que no es apto para la reutilización termina principalmente en vertederos abiertos y flujos de residuos informales.
- En 2019, el 41% de los textiles usados exportados desde la UE acabaron en Asia. La mayoría de estos textiles se dirigen a zonas económicas especializadas donde se clasifican y procesan. A continuación, los textiles usados se convierten en su mayoría en trapos industriales o relleno, o se reexportan para su reciclaje en otros países asiáticos o para su reutilización en África. Los textiles que no pueden reciclarse o reexportarse acaban probablemente en vertederos.
Productos de fibra biológica: ¿ofrecen una alternativa más ecológica?
Las fibras de origen biológico que se utilizan en prendas de vestir y otros productos textiles suelen considerarse alternativas más sostenibles, pero un nuevo informe técnico del Centro Temático Europeo de Economía Circular y Uso de Recursos de la AEMA demuestra que este panorama requiere cierta cautela.
Aunque las fibras de origen biológico ofrecen potencial para alejarse de los textiles sintéticos fabricados a partir de plásticos (principalmente derivados del petróleo y el gas), causan otras presiones medioambientales, como el uso del agua y la tierra relacionado con las actividades agrícolas, la deforestación y el procesamiento de las fibras. Además, el informe subraya que su origen biológico no las libera de los problemas medioambientales relacionados con las microfibras, los residuos y la reciclabilidad.