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Un estudio de Cáritas refleja que solo entre un 10 y un 12% de los productos textiles usados se recogen por separado para su reutilización o reciclaje.

Informe de Cáritas sobre la reutilización y reciclaje de residuos textiles

La iniciativa de Cáritas para la recogida, reutilización y preparación para el reciclaje textil, moda re-, ha publicado un estudio en el que se abordan de forma exhaustiva los diferentes aspectos de esta actividad en España. El informe refleja que cada año en torno a 990.000 toneladas de productos textiles van a parar a los vertederos.

Por contra, las tasas de reciclaje textil siguen siendo bajas: sólo entre el 10-12% de los residuos textiles posconsumo se recoge por separado para su reutilización o reciclado, y menos del 1% de la producción total se recicla en ciclo cerrado, es decir, con el mismo uso o similar.

La recogida selectiva de residuos textiles por los diferentes agentes involucrados en esta actividad asciende a 108.296 toneladas en toda España. Casi en su totalidad, el sistema de recogida es el de contenedores en la vía pública, de los que existen un total de 19.548 unidades.

Por Comunidades Autónomas, las que encabezan el ránking por su ratio de recogida selectiva de residuos textiles con respecto a su generación son País Vasco (24,93% del total), Comunidad Foral de Navarra (16,48%) y Comunidad Valenciana (16,03%).

El operador con una mayor relevancia en la recogida de residuos textiles a nivel estatal es Cáritas/moda re-, que lleva a cabo la recogida del 41% del total (44.278 toneladas en 2019), muy por encima de los siguientes operadores.

Tipología de residuos

El estudio aborda también la tipología de residuos textiles, que se dividen en dos categorías en función de dónde se originan: preconsumo, que son los excedentes de producción, y posconsumo, los que origina el consumidor final. En general, las prendas de vestir se consumen en cantidades mucho más altas que los productos textiles para el hogar.

Junto a ello, se analizan los porcentajes de producción por fibras textiles y de composición por categorías de prenda, aunque los datos varían en función del ámbito de estudio y no coinciden necesariamente con la composición predominante de las prendas de vestir ni, mucho menos, con los porcentajes de mezcla de la ropa recogida en los contenedores de ropa usada.

Para este estudio se ha analizado la composición en porcentaje de fibras de una muestra de 500 kg de varios contenedores de ropa usada recolectada por la entidad “Formació i Treball”, perteneciente a la cooperativa moda re-, y cuyos resultados muestran el claro dominio de la fibra de algodón sobre el resto de las fibras (cercano al 50% en el caso de la ropa reciclable y próximo al 60% en la reutilizable). A continuación, le sigue la fibra de poliéster, con un 30% en ambos tipos de ropa. La suma de ambas fibras representa el 79% en peso del total de fibras de la ropa reciclable y el 88% de la ropa reutilizable.

Los resultados revelan que la estrategia de reciclado de los residuos posconsumo de ropa rechazada para su reutilización debido a su mal estado debería centrarse en la recuperación o reaprovechamiento del 80% de las fibras componentes, que son el algodón y el poliéster.

Clasificación y reutilización

En otro apartado del estudio se detallan los procesos de clasificación y reutilización de los residuos textiles, de cara a su posterior distribución o valorización. Las prendas que se encuentran en un estado adecuado son recuperadas para su reutilización y distribuidas a través de canales de venta o donación.

Aquellas prendas que, por diversos motivos (suciedad, rotura, etc.) no pueden ser reutilizadas pero cuya composición y estado permiten su reciclaje, son destinadas a dicho fin para la obtención de trapos industriales o materiales aislantes, entre otros usos. Por último, existe un flujo de material rechazado, sin opción de recuperación, que puede destinarse a valorización energética siempre que sea posible.

Existen en España instalaciones a la altura de las más avanzadas de Europa que disponen de un elevado grado de mecanización y digitalización de sus procesos. Es el caso de las 3 plantas integrales que forman parte de Cáritas/moda re-, gestionadas por Koopera en Bilbao, Koopera Mediterránea en Valencia y la de Formació i Treball en Barcelona.

La reutilización contempla las operaciones de venta y donación de prendas recuperadas y listas para ser reutilizadas por un nuevo usuario. En España, el estudio ha identificado un total de 238 establecimientos con estas características.

El impacto ambiental

El reto de la sostenibilidad medioambiental de la industria textil destinada a la moda es otro de los focos del estudio, que llama la atención sobre cómo este sector industrial es uno de los que está teniendo mayor impacto ambiental a nivel mundial, debido principalmente a su elevada huella de carbono y huella hídrica.

Aunque no existe suficiente acuerdo sobre como contabilizar el ahorro de emisiones que comporta la reutilización de ropa usada, la valoración realizada por ECO-TLC (Francia) estima el equivalente a 25 kg de CO2 evitadas por cada kg de ropa reutilizada. La tendencia actual para contabilizar este ahorro de emisiones se basa en considerar que la reutilización ahorra la producción de una prenda nueva de las mismas características. Y que dicho ahorro es mayor cuanto más se extiende la vida útil de la prenda reutilizada.

Iniciativas de las marcas de moda

El estudio también destaca el proceso de concienciación que en los últimos años han iniciado las grandes industrias productoras de moda sobre el impacto ambiental de la fabricación de textil y la necesidad de una gestión responsable de los residuos textiles generados, para lo cual han firmado convenios de colaboración con entidades para la recogida de ropa usada. Asimismo, han promovido iniciativas en torno al reciclaje de esta para la obtención de fibras recicladas para sus nuevas colecciones.

Es reseñable, por su cuantía y singularidad, el apoyo de Inditex a la investigación universitaria tanto en centros españoles como europeos, junto a un importante convenio de colaboración con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Retos futuros

Junto al análisis del reciclado textil en España, los autores del estudio plantean un capítulo de retos que permita afrontar un escenario de evolución futura de la moda que apunta a una tendencia al alza del consumo de prendas textiles.

Para ello, es necesario implementar iniciativas de sostenibilidad basadas en la sensibilización del consumidor a la hora de recuperar prendas usadas, la reducción del impacto de las fibras utilizadas, el rediseñado de los artículos para reducir los residuos, la incorporación de fibras recicladas, el alargamiento de la vida útil de la prenda mediante su reutilización o la mejora de su calidad.

Además, se prevé un aumento de la cantidad de residuos textiles a recoger y tratar con la inminente prohibición de la destrucción de los excedentes de producción, y de la prohibición de importar ropa de segunda mano en algunos países africanos, como determinó Ruanda en 2019, para favorecer su propia industria.

Debe incentivarse también un cambio de hábitos de consumo del sector de la moda a través de la información y sensibilización del consumidor, que catalice el replanteamiento global del sector, reduciendo el número de ventas de productos a bajo precio, priorizando unos productos diseñados para durar o reduciendo la presencia en el mercado de la llamada moda rápida.

Por todo lo anterior, urge la puesta en marcha de un Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor que asegure los recursos necesarios para crear un modelo robusto y transparente de gestión.

Es imprescindible, en definitiva, fomentar la innovación y nuevos modelos de negocio en el sector textil, impulsando prendas sostenibles y circulares, incrementando su vida útil y su reutilización, incluyendo criterios de ecodiseño en su producción para garantizar una mejor durabilidad y retrasar la generación de residuos.

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