En un encuentro con la participación de la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, Amaia Barredo, y el presidente de Aclima, Xabier Caño, se pusieron de relieve los principales retos a los que se enfrentan tanto la administración como las propias empresas en materia de medio ambiente.

La economía circular en el proceso de transición ecológica de Euskadi

La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, celebró ayer en Bilbao un desayuno-coloquio para analizar la situación de la transición ecológica en Euskadi y el papel que dentro de ella representa la economía circular. Para ello contó con las intervenciones de la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, y el presidente del cluster medioambiental Aclima, Xabier Caño, quienes pusieron de relieve los principales retos que afronta Euskadi en materia medioambiental y coincidieron en señalar que cambio climático y economía circular son dos caras de la misma moneda.

La viceconsejera Amaia Barredo inició la jornada explicando los principales contenidos del Basque Green Deal, y que en materia de economía circular incluye “aumentar un 30% la productividad material, aumentar un 30% la tasa de uso material circular y reducir en un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB”.

En este sentido, recordó que de los 48 millones de toneladas de materias primas que se procesan anualmente en Euskadi, el 13% se convierten en residuos, de los que un 45% se eliminan.

Según explicó la viceconsejera, la economía circular puede ahorrar al sistema productivo vasco el consumo del 6% de las materias primas, lo que supone “un ahorro de 2.000 millones de euros al año”. Además, se estima que el valor de los materiales contenidos en los residuos que actualmente van a vertedero en la CAPV ascienden “como mínimo a 44 millones de euros”.

Para aprovechar estas oportunidades, el Plan de Economía Circular y Bioeconomía 2024 del Gobierno Vasco contempla 11 líneas prioritarias de actuación en áreas como la creación de nuevos modelos de negocio circulares, el ecodiseño, el consumo circular o la gestión sostenible de los residuos y el aprovechamiento de las materias primas secundarias.

Para ello –señaló la viceconsejera– ya están en marcha iniciativas como el centro de servicios avanzados Basque Circular Hub, el programa de ayudas a la economía circular, el Basque Ecodesign Center o la iniciativa recientemente presentada PYME Circular Euskadi. Todo ello con el objetivo de llegar a “facturar 10.000 millones de euros en productos circulares, generar 3.000 nuevos puestos de trabajo y reducir un 26% las emisiones de CO2”.

“El paradigma ha cambiado y Euskadi también está cambiando, estamos en la buena dirección. Pero no podemos conformarnos. Debemos aumentar la ambición y acelerar el ritmo, implicando a todos los agentes: administración, empresas y ciudadanía”, subrayó la viceconsejera.

BARRERAS A PROYECTOS INDUSTRIALES DE ECONOMÍA CIRCULAR

Por su parte, Xabier Caño destacó que la apuesta realizada por la UE en materia de economía circular a través del Pacto verde puede considerarse como “uno de los momentos históricos para el medio ambiente”, con una batería de medidas de todo tipo –legales, financieras, de planificación, sociales…– sin parangón en nuestra historia reciente. En este contexto, se crea un escenario “lleno de oportunidades desde la perspectiva de inversión en nuevos proyecto e I+D+i”.

No obstante, para el presidente de Aclima “todavía tenemos algunos obstáculos que superar para conseguir que esta apuesta se convierta en realidad”. Es el caso de las actuales “barreras normativas” con que se encuentra la industria, como la insuficiente legislación en materia de residuos que “genera inseguridad jurídica”, o la lentitud de procedimientos, que “hacen perder oportunidades de proyectos”.

En el aspecto económico-financiero, Caño reclamó “más líneas de ayudas a proyectos de economía circular y una fiscalidad favorable que estimule la inversión”. Mientras que en la vertiente social, lamentó que la búsqueda de suelo para impulsar un proyecto industrial de todo tipo, especialmente de economía circular, sea complicado por las dificultades generadas en torno a la ubicación. En este sentido, destacó la importancia de “sensibilizar a la población” sobre la necesidad de infraestructuras ambientales y la relevancia de estas para disponer de un sector industrial competitivo.

Finalmente, el presidente del cluster medioambiental de Euskadi reclamó más recursos para las administraciones ambientales, una mayor colaboración y confianza en las empresas y un aumento del peso del área medioambiental en los gobiernos. En este sentido, consideró “un acierto” que en Euskadi se haya incluido el área de Sostenibilidad en el de Industria y Economía.

Posteriormente tuvo lugar un interesante coloquio moderado por Marta Areizaga, fundadora y CEO de la consultora Firstlehen, en el que se pudo profundizar en algunas de las cuestiones abordadas por los ponentes.

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