El Consejo y la Eurocámara acuerdan nuevas normas para impulsar la circularidad en el sector de la automoción, que incluyen también la introducción de objetivos vinculantes de contenido de plástico reciclado.

Acuerdo para el nuevo reglamento sobre circularidad de la automoción
Los vehículos deberán diseñarse de forma que sus componentes se puedan reutilizar o reciclar

Las instituciones europeas han alcanzado un acuerdo provisional sobre el nuevo reglamento que establecerá requisitos de circularidad para el diseño de vehículos y la gestión de los vehículos al final de su vida útil (VFU). La normativa reemplazará las dos directivas vigentes y supone un paso clave dentro del Pacto Verde Europeo y del Plan de Acción para la Economía Circular, con el objetivo de transformar el sector de la automoción hacia un modelo más sostenible y eficiente en el uso de recursos.

El texto pactado entre el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo introduce medidas que abarcan todo el ciclo de vida del vehículo, desde su concepción y fabricación hasta su tratamiento final, y refuerza la armonización normativa en el mercado único. Uno de los desafíos centrales que aborda es el de los llamados “vehículos desaparecidos”: cada año unos 3,5 millones de unidades salen del circuito oficial sin control y terminan exportadas, desmontadas ilegalmente o eliminadas de forma irregular.

El ministro danés de Medio Ambiente, Magnus Heunicke, celebró el acuerdo como “un paso significativo hacia una economía circular en el sector automovilístico”, destacando que el marco resultante “cierra lagunas, mantiene materiales valiosos dentro de la economía de la UE y frena la exportación de vehículos contaminantes o no aptos para circular”.

Diseño circular y contenido reciclado

La nueva regulación amplía su alcance a más categorías de vehículos. Además de turismos y furgonetas ligeras, se imponen ahora requisitos de recogida, descontaminación y retirada de componentes a camiones, motocicletas y vehículos de uso especial. Los fabricantes de vehículos especiales de gran tamaño producidos en pequeños volúmenes quedarán exentos.

Entre las medidas más destacadas figuran las obligaciones de diseño para facilitar el desmontaje y la reutilización de piezas, así como el reciclado de materiales. Se introducen objetivos vinculantes de contenido reciclado en plásticos: 15% en seis años y 25% en diez años, con la exigencia de que al menos el 20% proceda de reciclado en circuito cerrado a partir de vehículos fuera de uso.

Además, la Comisión deberá fijar objetivos para acero y aluminio reciclados —tras culminar estudios de viabilidad— y evaluar la introducción de metas para materias primas críticas.

Clarificación como VFU y trazabilidad

Con el fin de reducir la pérdida de vehículos y combatir el desmantelamiento ilegal, el acuerdo establece criterios claros para determinar cuándo un vehículo debe considerarse residuo. Una vez declarado VFU, solo podrá ser tratado en instalaciones autorizadas y se impide su exportación o venta como vehículo de segunda mano.

Se incorporan también nuevas obligaciones documentales en las transferencias de propiedad. En el caso de ventas realizadas por operadores económicos, será necesario aportar una evaluación del estado del vehículo o un certificado de aptitud para circular. Las transacciones entre particulares solo requerirán documentación adicional en casos de mayor riesgo, como vehículos declarados siniestro total o ventas realizadas exclusivamente en línea sin entrega física.

RAP y control de exportaciones

Tres años después de la entrada en vigor del reglamento, los fabricantes asumirán una responsabilidad ampliada del productor (RAP) plenamente reforzada, cubriendo los costes de recogida y tratamiento de todos los VFU y garantizando la operatividad del sistema en todo el territorio de la UE. Se establecen además mecanismos transfronterizos para asegurar que los productores responden independientemente del país en que el vehículo llegue al final de su vida útil.

El acuerdo incluye, asimismo, una prohibición de exportar vehículos usados no aptos para circular, aplicable cinco años después de la entrada en vigor del reglamento. Los negociadores han definido criterios claros para que las autoridades aduaneras puedan distinguir entre vehículos usados exportables y VFU.

Las autoridades nacionales deberán diseñar estrategias de inspección para detectar actividades ilegales relacionadas con la recogida, tratamiento y exportación de vehículos al final de su vida.

Un sector crítico para la economía circular

Cada año se generan más de 6 millones de VFU en la Unión Europea. Aunque las normas actuales han permitido alcanzar tasas de reciclado en torno al 85% en peso, la mayor parte corresponde a fracciones metálicas trituradas, con niveles de separación y valorización aún insuficientes. Solo un 19% de los plásticos de los VFU se recicla, y motocicletas, autobuses y camiones quedaban fuera de la regulación anterior.

El sector del automóvil es uno de los mayores consumidores de materias primas primarias en Europa —más de 7 millones de toneladas de acero y 6 millones de toneladas de plásticos al año—, por lo que la introducción de objetivos obligatorios de contenido reciclado supone un cambio estructural con impacto directo en la industria del reciclaje y la gestión de residuos.

El acuerdo provisional deberá ser ahora ratificado por el Parlamento Europeo y el Consejo. Una vez adoptado, el reglamento comenzará a aplicarse dos años después de su entrada en vigor.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *