Un informe de Fashion for Good realizado en el marco del proyecto Sorting for Circularity Europe en 6 países europeos revela que casi 500.000 toneladas de textiles posconsumo podrían recuperarse para fabricar nuevas prendas mediante su reciclaje mecánico o químico.

Residuos textiles y su reciclaje
Residuos textiles. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La plataforma global para la sostenibilidad en el sector de la moda Fashion for Good ha concluido el proyecto Sorting for Circularity Europe y, en colaboración con Circle Economy, ha publicado un informe en el que se detallan las conclusiones del análisis realizado durante 16 meses. El informe indica que en seis países europeos el 74% de textiles de bajo valor posconsumo (un total de 494.000 toneladas) está disponible para el reciclaje de fibra a fibra. Esto representa el potencial de generar un valor adicional de 74 millones de euros al año al reintroducir los textiles clasificados y reciclados en la cadena de valor.

«A medida que aumentan los compromisos y las políticas de reciclaje de textiles de fibra a fibra, así como la cantidad de residuos textiles recogidos, la infraestructura necesaria para impulsar el avance hacia los sistemas circulares requiere una inversión significativa a escala. Para tomar decisiones de inversión informadas, así como para evaluar propuestas de negocio para la monetización a través del reciclaje, se necesita una comprensión más profunda de las características del panorama europeo actual de los textiles posconsumo. Este proyecto sienta las bases de conocimiento que permitirán a los actores clave ponerse en marcha», afirma Katrin Ley, directora general de Fashion for Good.

El proyecto Sorting for Circularity Europe se inició para abordar esta laguna de conocimiento, explorando los textiles posconsumo en profundidad, proporcionando información significativa en la que basar las decisiones de inversión, los desarrollos políticos y los próximos pasos hacia la circularidad. Además, el proyecto pretende aumentar la armonización entre la industria de la clasificación y el reciclaje, estimulando un mercado de reciclaje para los textiles desechados que puede generar nuevas fuentes de ingresos para los clasificadores y desbloquear la demanda para los recicladores y las marcas.

Los análisis se realizaron en Bélgica, Alemania, Países Bajos, Polonia, España y Reino Unido, por lo que el proyecto proporciona la instantánea más completa y representativa de la composición de los residuos textiles en Europa hasta la fecha. Los resultados apuntan a oportunidades prometedoras para recuperar el valor desviando los productos textiles del infrarreciclaje y la incineración. El informe también proporciona a las marcas información sobre las mejores prácticas de diseño circular que deben adoptar, así como a las organizaciones de recogida de textiles para que construyan la infraestructura necesaria y eduquen e involucren mejor a los consumidores en las prácticas adecuadas de clasificación y eliminación.

UN SALTO ADELANTE A TRAVÉS DE LA TECNOLOGÍA

Utilizando la innovadora tecnología de infrarrojo cercano (NIR) para determinar la composición de las prendas, tarea que tradicionalmente se realizaba de forma manual, el proyecto analizó un total de 21 toneladas de ropa posconsumo. Los exámenes sobre el terreno se realizaron en dos periodos de tiempo, otoño/invierno de 2021 y primavera/verano de 2022, para tener en cuenta los cambios estacionales en los tipos de prendas que entran en las instalaciones de clasificación.

Se descubrió que el algodón era la fibra dominante (42%), seguida de una gran presencia de mezclas de materiales (32%), de las cuales casi la mitad consistían en polialgodón (12%). Sobre la base de tres características -la composición del material, la presencia de elementos como cremalleras y botones y el color-, el 21% de los materiales analizados se consideran adecuados como materia prima para el reciclaje mecánico, mientras que el 53% son adecuados para el reciclaje químico. Esto supone una importante oportunidad para la circularidad, ya que actualmente solo el 2% de los textiles posconsumo se desvían al reciclaje de fibra a fibra.

INFRAESTRUCTURA DE CLASIFICACIÓN Y RECICLAJE

Además del informe, se han puesto a disposición de la industria otros dos recursos, desarrollados por Circle Economy: Una base de datos que mapea las capacidades de los recicladores textiles, iluminando lagunas cruciales entre la industria de la clasificación y el reciclaje, y un Manual de Clasificadores de código abierto para guiar a la industria de la clasificación, fomentando y apoyando nuevos análisis.

A partir del proyecto, se han identificado dos plataformas digitales abiertas, Reverse Resources y Refashion Recycle, para poner en contacto a los clasificadores con los recicladores, como herramientas fundamentales para facilitar las conexiones necesarias para impulsar una mayor circularidad en los próximos años. Reverse Resources tiene 39 recicladores y 32 gestores/clasificadores de residuos activos en su plataforma, mientras que Refashion Recycle cuenta con 103 recicladores y 66 clasificadores. Esto representa una gran parte de la industria europea de la circularidad.

HACIA UNA INDUSTRIA CIRCULAR

Es probable que la cantidad de residuos textiles recogidos aumente, debido al aumento del consumo y a la legislación entrante, como la Directiva Marco de Residuos. En general, se necesita un sólido argumento comercial para clasificar los textiles de bajo valor con el fin de mantener y aumentar la capacidad de clasificación en Europa. Para apoyar este mantenimiento y desarrollo de la capacidad de clasificación, el aumento de las inversiones y las nuevas políticas desempeñan un papel fundamental.

Sobre la base de las conclusiones y los conocimientos recogidos en el proyecto, Fashion for Good y Circle Economy recomiendan las siguientes acciones en el informe:

Para los recolectores, clasificadores y recicladores

  • Utilizar el Manual de Clasificadores y el Informe Sorting for Circularity Europe como guía para llevar a cabo más ensayos y continuar construyendo una comprensión de la composición de la fibra, la clasificación y los procesos de reciclaje.
  • Proporcionar un acceso abierto a los ensayos y a los datos que puedan apoyar y dirigir la inversión en la infraestructura necesaria.
  • Actualizar y utilizar la base de datos de recicladores para conocer los destinos del reciclaje mecánico y químico.
  • Canalizar más inversiones en nuevas tecnologías de clasificación necesarias para aumentar la cantidad de textiles considerados adecuados como materia prima para el reciclaje mecánico y químico.
  • Unirse a plataformas digitales como Reverse Resources y Refashion Recycle para desbloquear y conectar la oferta con la demanda.

Para las marcas y los fabricantes

  • Comprometerse más a adoptar prácticas de diseño circular e incorporar fibras recicladas en las carteras de productos, tal y como exige el próximo Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles de la Unión Europea.

Para los responsables políticos

  • Tener en cuenta el informe Sorting for Circularity Europe y otros estudios relevantes a la hora de desarrollar herramientas, marcos y legislación, como el marco armonizado de Responsabilidad Ampliada del Productor, los Pasaportes Digitales de Producto en el sector textil y el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles.

Para los consumidores

  • Tener en cuenta que las opciones de compra y eliminación influyen en el fin de uso de los productos textiles. Considerar la posibilidad de prolongar la vida útil de los productos mediante la reparación, la reventa y el intercambio.

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