Investigadores han encontrado un producto químico utilizado en la fabricación de papel higiénico y otras sustancias químicas persistentes en los cuerpos de las orcas en la Columbia Británica, incluyendo las orcas residentes del sur, en peligro de extinción.

Encuentran químicos en orcas en riesgo de extinción
Orcas residentes del sur nadando. Foto: Paul Cottrell, DFO

El Instituto para el Océano y la Pesca (IOF) de la Universidad de la Columbia Británica (UBC), en Canadá, junto con el Ministerio de Agricultura y Alimentación de la Columbia Británica y científicos de Fisheries and Oceans Canada, han analizado muestras de tejido de seis orcas residentes del sur y seis ballenas de Bigg varadas a lo largo de la costa de la región entre 2006 y 2018. Y han descubierto la presencia de contaminantes químicos en las muestras estudiadas, entre los que prevalece un producto que a menudo se encuentra en el papel higiénico y que representa el 46% del total de contaminantes identificados.

Denominado 4-nonilfenol o 4NP, este compuesto está catalogado como sustancia tóxica en Canadá y puede interactuar con el sistema nervioso e influir en la función cognitiva, afirman los autores. «Esta investigación es una llamada de atención. Las residentes del sur son una población en peligro y podría ser que los contaminantes estén contribuyendo a su declive poblacional. No podemos esperar para proteger a esta especie», afirma el coautor del artículo, el Dr. Juan José Álava, investigador principal de la unidad de investigación sobre contaminación oceánica del IOF.

El 4NP se utiliza a menudo en la fabricación de pasta de papel, así como en jabones, detergentes y textiles. Puede filtrarse al océano a través de plantas de tratamiento de aguas residuales y escorrentías industriales, donde es ingerido por organismos más pequeños y asciende por la cadena alimentaria hasta llegar a los grandes depredadores, como las orcas. Se conoce como «contaminante de preocupación emergente» (CEC, por sus siglas en inglés), que son contaminantes que se encuentran en el medio ambiente pero que no están bien estudiados ni, por tanto, regulados.

«Se sabe muy poco tanto de la prevalencia como de las implicaciones para la salud del 4NP, ya que se ha estudiado en pocos mamíferos marinos. Este estudio es el primero en encontrar 4NP en orcas», dijo el primer autor del artículo, Kiah Lee.

«Esta investigación es otro ejemplo de un enfoque que tiene en cuenta la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, utilizando a las orcas como caso de estudio para comprender mejor las posibles repercusiones de estos y otros compuestos en la salud de los animales y los ecosistemas», afirmó el coautor, Dr. Stephen Raverty, profesor adjunto del IOF y patólogo veterinario del Ministerio de Agricultura y Alimentación de la Columbia Británica.

Químicos «para siempre»

Algo más de la mitad de los contaminantes identificados por los investigadores pertenecen a un grupo de compuestos conocidos como «sustancias químicas eternas» porque perduran mucho tiempo en el medio ambiente. Se utilizan mucho en materiales de envasado de alimentos, tejidos que repelen las manchas y el agua, utensilios de cocina y extintores. Muchos figuran en la lista de nuevos Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP). Se trata de sustancias tóxicas liberadas en el medio ambiente a través de actividades humanas que afectan negativamente a la salud de las personas y los animales. Muchos están prohibidos en Canadá.

El contaminante más común de este grupo que encontraron los investigadores fue el ácido carboxílico 7:3-fluorotelómero, o 7:3 FTCA. En la actualidad no existen restricciones a la producción y uso del 7:3 FTCA, pero una de sus posibles sustancias químicas parentales figura en una lista de sustancias tóxicas propuestas para ser reconocidas como nuevos COP por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos en virtud de un acuerdo internacional, el Convenio de Estocolmo sobre COP.

«Este compuesto no se había hallado antes en la Columbia Británica y se ha encontrado en orcas, que son depredadores superiores. Eso significa que los contaminantes se están abriendo camino a través del sistema alimentario», afirma el Dr. Álava.

Transferencia de madre a feto

Los investigadores también fueron los primeros en analizar la transferencia de contaminantes de la madre al feto en una pareja de orcas residentes del sur. Descubrieron que todos los contaminantes identificados se transferían en el útero, y que el 95% de los 4NP se transferían de la madre al feto.

No sólo las orcas se ven afectadas, recuerda Álava. «Somos mamíferos, comemos salmón del Pacífico también, así que tenemos que pensar en cómo esto podría afectar a nuestra salud, así como a otros mariscos que consumimos».

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