La planta, impulsada por Grupo Valora, permitirá transformar 27.000 toneladas anuales de residuos orgánicos no peligrosos en materiales de alto valor agronómico que se aplicarán en los suelos agrícolas de la región.
La planta de valorización agroambiental de Villacastín, en Segovia, ya es una realidad. Grupo Valora inauguró ayer una infraestructura, pionera en la provincia, que permitirá transformar 27.000 toneladas anuales de residuos orgánicos no peligrosos en insumos de alto valor agronómico, como fertilizantes orgánicos destinados a la mejora agrícola del entorno. Un ejemplo de economía circular directamente vinculado al sector agroganadero en cuya inauguración también participaron representantes institucionales como la vicepresidenta 2ª y Diputada del Área de Promoción Provincial y Desarrollo Rural Sostenible de la Diputación de Segovia, Magdalena Rodríguez, o el alcalde de Villacastín, Julio César Sánchez, entre otras autoridades.
La planta, que cuenta con una inversión íntegramente privada, se erige como un referente para la gestión sostenible de residuos y subproductos orgánicos, lo que vincula directamente este proyecto con los objetivos de la Estrategia de Economía Circular de Catilla y León 2021-2030. Y es que la instalación producirá anualmente cerca de 19.000 toneladas de enmiendas orgánicas destinadas a la fertilización agrícola y a la restauración ambiental.
Plataforma de innovación agroambiental
“Estamos ante un proyecto pionero que impulsa el desarrollo rural, genera empleo técnico y reduce la huella de carbono. Hablamos de una plataforma de innovación agroambiental”, destacó el gerente de Grupo Valora, Valentín Jiménez, que se refirió a la instalación como un modelo ideado para seguir creciendo con la incorporación de nuevas líneas de valorización y nuevas soluciones para el sector agroindustrial, agrícola, y ganadero.
De esta forma, la planta alberga zonas específicas para recepción, pesaje y control de materiales, fosos impermeabilizados de compostaje e higienización, zonas de maduración y criba del producto final, y parcelas de ensayo agrícola para optimizar la calidad del compost y su efecto sobre el suelo. Cuenta incluso con una herramienta informática de gestión y trazabilidad desarrollada por Grupo Valora, que garantiza el control integral de los residuos, procesos, y el tratamiento y de los productos generados.
Sin embargo, tal y como quedó de manifiesto durante el acto de inauguración, el impacto del proyecto va más allá de la instalación, y es que ya se ha convertido en un aliciente para revitalizar el tejido social y productivo de este territorio. “Se trata de devolver al suelo lo que pertenece al suelo y de generar beneficios agronómicos, ambientales y sociales a través de una inversión que genera empleo estable, actividad económica y oportunidades de desarrollo rural”, recalcaron los impulsores de la planta, ubicada en un enclave logístico estratégico que conecta Segovia, Ávila y el norte de Madrid.
Además de agradecer el apoyo recibido por parte de la administración, durante el evento se destacó que esta cooperación público-privada refleja el “compromiso compartido” entre todo aquel que entiende la sostenibilidad como un marco de trabajo diario. Como concluyeron desde Grupo Valora, “una planta de valorización agroambiental que marca una referencia en materia de bioeconomía agraria”.

 
 








