El principal objetivo de esta normativa es prolongar la vida útil de los materiales utilizados en las baterías, manteniéndolos dentro del ciclo económico y reduciendo la generación de residuos.

La Comisión Europea ha publicado nuevas directrices para calcular y verificar la eficiencia del reciclaje y la recuperación de materiales procedentes de baterías fuera de uso. Las nuevas normas, dadas a conocer el pasado viernes, buscan reforzar la economía circular en el ámbito de los residuos de baterías.
Las baterías son componentes clave en la transición ecológica, ya que impulsan la movilidad sostenible y contribuyen a alcanzar la neutralidad climática en 2050. En este contexto, las nuevas reglas establecen un marco común para garantizar un reciclaje de alta calidad, especialmente en lo que respecta a la recuperación de materias primas críticas y estratégicas.
El principal propósito de esta normativa es prolongar la vida útil de los materiales utilizados en las baterías, manteniéndolos dentro del ciclo económico y reduciendo la generación de residuos. Para lograrlo, la Comisión ha definido:
- Métodos uniformes de cálculo para medir la eficiencia del reciclaje en diferentes tipos de baterías: plomo-ácido, níquel-cadmio, litio y otras.
- Procedimientos específicos para la recuperación de materiales clave, como cobalto, cobre, litio, níquel y plomo.
- Un formato armonizado de documentación que los recicladores deberán utilizar al comunicar los resultados a las autoridades de los Estados miembros.
Transparencia y competencia justa
Uno de los objetivos centrales de esta medida es evitar la competencia desleal en el mercado de materias primas secundarias dentro de la Unión Europea, garantizando que todos los recicladores operen bajo los mismos estándares de medición y reporte.
La nueva metodología establecida entrará en vigor el próximo 24 de julio y será de aplicación obligatoria para todos los agentes implicados en el reciclaje de baterías dentro de la UE.