Se encontraron niveles elevados de contaminantes cerca de las principales ciudades y zonas industrializadas y, en general, las concentraciones promedio fueron mayores en la zona del Cantábrico.
Un estudio realizado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Universidad de Vigo ha evaluado la contaminación de más de 2.500 kilómetros de litoral en la costa norte y noroeste española; desde la desembocadura del Miño, en la frontera con Portugal, hasta la del Bidasoa (frontera con Francia).
El trabajo, que se ha publicado en la revisa Marine Environmental Research, ha analizado las respuestas bioquímicas y fisiológicas de poblaciones salvajes de mejillón (Mytilus galloprovincialis) ante la contaminación. Estos mejillones silvestres no son comercializables, por lo que en este estudio no se analizaron criterios relacionados con el consumo humano.
Esta especie es un animal modelo en estudios sobre contaminación debido a que es un organismo sésil, filtrador y ubicuo, que tiene capacidad para acumular concentraciones elevadas de contaminantes, señala la institución.
Nivel de toxicidad
La aplicación de técnicas biológicas y análisis químicos permitió identificar sitios contaminados y cuantificar el nivel de toxicidad. Se encontraron niveles elevados de contaminantes en poblaciones de mejillón ubicadas cerca de las principales ciudades y zonas industrializadas y, en general, las concentraciones promedio fueron mayores en la zona del Cantábrico.
Además, los científicos identificaron metales traza, como el mercurio y el plomo, y contaminantes orgánicos –como los bifenilos policlorados, los pesticidas organoclorados y los éteres de bifenilos polibromados–, responsables, al menos en parte, de la toxicidad observada en las poblaciones de mejillón.
“Estos datos contribuyen a establecer el nexo entre la presencia de contaminantes químicos y los efectos nocivos en los ecosistemas marinos”, explica Juan Bellas, autor principal del trabajo. Sin embargo, «la alteración de las respuestas biológicas provocadas por los contaminantes parece estar enmascarada por variables biológicas como la edad y la condición del mejillón, que tienen un efecto sobre la respuesta de los mejillones a la contaminación”, añade.
Como conclusión general, los autores ponen de manifiesto que, para una correcta evaluación de la contaminación marina, se necesita incorporar el análisis de otras variables ambientales en este tipo de estudios y que las respuestas a la contaminación deben ser examinadas en un amplio rango de condiciones ambientales.
Fuente:
Sinc