La confederación europea del reciclaje asegura que el Plan debe enfocarse en los precios de la energía y la demanda de metales reciclados, y no en las restricciones a las exportaciones.
La Confederación Europea de Industrias de Reciclaje (EuRIC) ha expresado su preocupación y malestar con el Plan de Acción para el Acero y los Metales presentado ayer por la Comisión Europea, calificándolo como una «apuesta arriesgada» para el futuro del reciclaje en el continente. Según EuRIC, el plan prioriza erróneamente la restricción de las exportaciones de metales reciclados («chatarra») en lugar de abordar lo que considera el problema fundamental: la débil demanda interna y la limitada capacidad de procesamiento en Europa.
EuRIC ha rechazado la narrativa de la «fuga de chatarra», señalando que el verdadero problema es la falta de demanda de materiales reciclados en Europa y los altos precios de la energía. La organización ha subrayado que no existe escasez de chatarra en Europa. «Los datos lo demuestran -afirma en un comunicado-: el 80% del acero reciclado se queda en la UE, mientras que el 20% restante se exporta porque es un excedente, no una ‘fuga'».
«Restringir las exportaciones no resolverá la crisis de la industria del acero, pero sí podría destruir el sector del reciclaje en Europa», añade. La organización ha recordado que medidas similares en otros países, como las restricciones al comercio de plásticos reciclados, llevaron a la crisis de las industrias locales de reciclaje. «¿Queremos repetir este error con los metales?», se pregunta.
Un enfoque equivocado
El Plan de Acción reconoce la necesidad de una demanda sólida de metales reciclados, pero su cronología es defectuosa, según EuRIC. En concreto, propone restricciones a las exportaciones en 2025 y considera aumentar la demanda en 2026, un enfoque que la confederación del reciclaje considera inverso al necesario. «La UE debe primero estimular la demanda de materiales circulares en la fabricación de metales y solo entonces considerar si se necesitan restricciones comerciales adicionales», ha señalado.
EuRIC ha destacado que los materiales reciclados son altamente diversos y que, para ciertos grados de metales, no existe demanda en Europa ahora ni en un futuro previsible, «simplemente porque el mercado para estos productos no existe». Por ello, ha insistido en la necesidad de realizar una «evaluación de impacto cuidadosa antes de considerar medidas potencialmente catastróficas«.
Julia Ettinger, secretaria general de EuRIC, ha declarado que «el Plan de Acción para el Acero y los Metales de la Comisión es una oportunidad para corregir el rumbo y abordar las causas reales de la crisis del acero. Cualquier discusión sobre las exportaciones es una distracción. No se puede obligar a los recicladores a mantener los excedentes de materiales reciclados en Europa si no hay nadie que los compre. ¿Cuál será el resultado? El colapso de la industria europea del reciclaje, más vertederos, más destrucción de valor y menos empleos».
EuRIC ha reiterado su compromiso de trabajar estrechamente con los responsables políticos, las cadenas de valor industriales y la sociedad civil para diseñar medidas que promuevan «una agenda verdaderamente circular, competitiva y baja en carbono» para el acero y los metales. La organización ha subrayado que el futuro del reciclaje en Europa depende de políticas bien fundamentadas que prioricen la creación de demanda interna antes de imponer restricciones comerciales.