La recuperación selectiva de materias primas críticas a partir de residuos electrónicos podría contribuir hasta en un 31% a cubrir la demanda actual de estos materiales en la UE, por lo que es crucial depositar estos aparatos en desuso en los puntos de recogida específicos.

El Parlamento Europeo adopta su posición sobre materias primas críticas
Los residuos electrónicos son una fuente importante de materias primas críticas. RESIDUOS PROFESIONAL

A medida que sigue aumentando la demanda de teléfonos inteligentes, vehículos eléctricos, paneles solares y otras tecnologías, también lo hace la necesidad de los materiales que los hacen funcionar. Este año, el Día Internacional de los Residuos Electrónicos, que se celebra el próximo 14 de octubre, pondrá el foco en las materias primas críticas (MPC), elementos que solo se extraen en unos pocos países y que son fundamentales para impulsar la transición ecológica y digital.

La geopolítica está poniendo de relieve la importancia de estos materiales. Y aunque mucha gente ya ha oído hablar de las materias primas críticas, no todos el mundo saben que estos elementos pueden recuperarse de productos electrónicos en desuso o averiados que duermen en nuestros cajones y trasteros. Por eso, la octava edición del Día Internacional de los Residuos Electrónicos (#ewasteday) se centrará en concienciar sobre este hecho.

En Europa, la reciente Ley de materias primas críticas establece objetivos ambiciosos: para 2030, el 10% del consumo anual de MPC deberá proceder de fuentes nacionales, el 40% deberá procesarse dentro de la UE y el 25% deberá proceder del reciclaje. Este último objetivo no puede alcanzarse sin aumentar el volumen de residuos electrónicos recogidos y desarrollar una tecnología más especializada.

Impulsadas por esta legislación, actualmente se están desarrollando nuevas tecnologías innovadoras que permiten el reciclaje eficiente de las materias primas críticas, que solo están disponibles en cantidades muy pequeñas en los equipos electrónicos usados y requieren un tratamiento muy elaborado. Sin embargo, desde hace muchos años existen procesos que funcionan bien para materiales como el cobre o el aluminio.

Un estudio reciente elaborado por TNO muestra que la recuperación selectiva de materias primas críticas a partir de residuos electrónicos podría contribuir hasta en un 31% a la demanda actual de estos materiales en la UE. Sin embargo, el enfoque basado en el peso de la legislación sobre residuos electrónicos no crea incentivos para su recuperación. Los sistemas actuales dan prioridad al volumen sobre el valor. Otros informes, como el estudio recientemente publicado por Deloitte, también insisten en la necesidad de introducir cambios en esta Directiva para permitir enfoques más circulares.

¿Qué podemos hacer?

La legislación y la tecnología no serán de gran ayuda, a menos que los consumidores den el paso crucial de llevar sus aparatos eléctricos al final de su vida útil a puntos de recogida específicos. Un estudio del WEEE Forum y UNITAR mostró que los hogares poseen una media de 74 aparatos eléctricos y electrónicos (excluyendo lámparas y luminarias), de los cuales 61 están en uso, nueve están guardados y no se usan pero funcionan y cuatro están guardados y no funcionan. La masa total de aparatos en los hogares es de 90 millones de toneladas (Mt), de las cuales 7 Mt están guardadas y funcionan, y 3 Mt están guardadas y estropeadas.

La mayoría de las personas tienen teléfonos, ordenadores portátiles, cargadores u otros aparatos electrónicos antiguos olvidados en los cajones. Al devolver estos aparatos a través de los canales de recogida oficiales, los consumidores contribuyen directamente a mantener los recursos críticos en el ciclo y a apoyar la economía circular. Los organizadores del Día Internacional de los Residuos Electrónicos proporcionarán orientación, herramientas y eventos locales para ayudar a la ciudadanía a tomar decisiones informadas y a desechar sus aparatos eléctricos de forma responsable.

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