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El aire de Europa es cada vez más limpio, pero la contaminación persistente, especialmente en las ciudades, sigue perjudicando la salud de miles de personas y causando cuantiosas pérdidas económicas, según un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

La contaminación del aire mata a miles de europeos en las ciudades

El «Informe sobre la calidad del aire en Europa – 2019» de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) muestra que casi todos los europeos que viven en ciudades siguen expuestos a niveles de contaminación atmosférica que superan las directrices de calidad del aire basadas en la salud establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El nuevo análisis de la AEMA se basa en los últimos datos oficiales de calidad del aire de más de 4.000 estaciones de control en toda Europa en 2017.

La mala calidad del aire sigue perjudicando la salud de los europeos, especialmente en las zonas urbanas, siendo las partículas (PM), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) las más perjudiciales.

Según el análisis de la AEMA, las partículas finas (PM2,5) causaron por sí solas unas 412.000 muertes prematuras en 41 países europeos en 2016. Aproximadamente 374.000 de esas muertes ocurrieron en la Unión Europea (UE).

Además de perjudicar la salud y reducir la esperanza de vida, la mala calidad del aire también causa pérdidas económicas, por ejemplo, por el aumento de los costos de la atención de la salud, la reducción del rendimiento de la agricultura y la silvicultura y la disminución de la productividad laboral. Una evaluación anterior de la AEMA mostró cómo la contaminación atmosférica y acústica y las temperaturas extremas afectan de forma desproporcionada a los ciudadanos más vulnerables de Europa.

Mejora de la calidad del aire

A pesar de la contaminación persistente, los nuevos datos de la AEMA confirman que los reglamentos vinculantes y las medidas locales están mejorando la calidad del aire en Europa con efectos positivos para la salud. Por ejemplo, las partículas finas causaron alrededor de 17.000 muertes prematuras menos en la UE en 2016, en comparación con 2015. Aunque las diferencias climáticas entre años pueden afectar a los niveles de contaminación y a sus efectos, la reducción es coherente con la estimación anterior de la AEMA de que el número de muertes prematuras causadas anualmente por las PM2,5 en Europa se ha reducido en alrededor de medio millón desde 1990.

En comparación con las directrices de la OMS, las concentraciones de partículas finas a largo plazo eran demasiado elevadas en el 69% de las estaciones de control de toda Europa en 2017, incluidas al menos algunas estaciones de control en todos los países declarantes, excepto Estonia, Finlandia y Noruega.

En comparación con los valores límite de la UE, las concentraciones de partículas finas eran demasiado elevadas en siete Estados miembros de la UE en 2017 (Bulgaria, Croacia, la República Checa, Italia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia). Además, cuatro Estados miembros de la UE (Bulgaria, Hungría, Polonia y Eslovaquia) todavía no han alcanzado el objetivo de 2015 para la exposición media trienal a las partículas finas.

«El informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente sobre la calidad del aire en Europa es un recordatorio importante y oportuno de que la contaminación atmosférica sigue afectando a la mayoría de las regiones de la Unión Europea y afecta a la vida de la mayoría de los ciudadanos. Es simplemente inaceptable que cualquiera de nosotros tenga que preocuparse de si el simple acto de respirar es seguro o no. Por lo tanto, debemos esforzarnos aún más para garantizar el cumplimiento de las normas de calidad del aire de la UE en todas partes», ha declarado Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca de la UE.

Potencial para frenar la contaminación atmosférica y el cambio climático

El transporte por carretera, las centrales eléctricas, la industria, la agricultura y los hogares son las principales fuentes de contaminación atmosférica. Estas fuentes están estrechamente relacionadas con los principales sistemas europeos de producción y consumo, y son también factores clave de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la pérdida de biodiversidad.

«Europa tiene ahora una oportunidad única para establecer una agenda ambiciosa que aborde las causas sistémicas de las presiones medioambientales y la contaminación atmosférica. Estamos progresando, pero es hora de acelerar los cambios en nuestros sistemas de energía, alimentación y movilidad para ponernos en una trayectoria de sostenibilidad y un medio ambiente saludable», ha dicho Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA.

Ursula von der Leyen, presidenta electa de la Comisión Europea, ha propuesto un «Acuerdo Verde Europeo» como primera prioridad de sus directrices políticas para la nueva Comisión. Esta agenda incluye el objetivo de hacer de Europa el primer continente neutro desde el punto de vista climático, garantizar una transición justa y avanzar hacia la contaminación cero mediante la presentación de una «estrategia transversal para proteger la salud de los ciudadanos de la degradación y la contaminación del medio ambiente, abordando la calidad del aire y del agua, los productos químicos peligrosos, las emisiones industriales, los plaguicidas y los alteradores endocrinos».

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