Con una inversión de 688.000 euros, la obra de clausura incluye la limpieza y acondicionamiento del terreno, la disposición de capas de sellado y la revegetación con especies autóctonas.
El viceconsejero de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Sergio Arjona, visitó este lunes las obras de sellado del vertedero de inertes de Líjar, en la provincia de Almería. Se trata de una actuación que cuenta con una inversión de 688.011,43 euros y que concluirá a finales de enero de 2026, tras un proceso de ejecución que permitirá clausurar de manera definitiva un espacio degradado y devolverlo a un estado ambiental seguro.
Durante la visita, Arjona, acompañado de la alcaldesa de la localidad, María Jesús Díaz, y del delegado territorial, Manuel de la Torre, explicó que este proyecto es decisivo “para dar cumplimiento a las obligaciones europeas en materia de gestión de residuos y para cerrar un vertedero que llevaba años generando impactos ambientales”. El viceconsejero recordó que este emplazamiento estaba incluido en el procedimiento de infracción abierto por la Comisión Europea, “por lo que su restauración ha sido una prioridad de la Junta de Andalucía para garantizar la salubridad y la protección del entorno natural”.
El vertedero, situado en el término municipal de Líjar, afectaba a una superficie de unas 5,1 hectáreas. En él se habían acumulado principalmente residuos inertes de la construcción y canteras de la zona, junto a escombros y restos vegetales. La obra de clausura incluye la limpieza y acondicionamiento del terreno, la disposición de capas de sellado y la revegetación con especies autóctonas. En palabras de Arjona, “se ha apostado por un modelo de restauración basado en la integración paisajística, con la plantación de más de 7.800 ejemplares vegetales y la siembra de casi 400 kilos de semillas, que permitirán recuperar la cubierta vegetal y mejorar la estabilidad de los taludes”.
Además, Arjona subrayó que una vez concluidos los trabajos “se establecerá un plan de vigilancia y control de una duración mínima de treinta años, que garantizará que la clausura se mantenga en condiciones de seguridad y sin riesgos para la población ni para el medio ambiente”.
El viceconsejero enmarcó esta actuación dentro de la estrategia de recuperación de suelos degradados que la Junta de Andalucía impulsa en la provincia de Almería, donde las inversiones superan ya los 13,5 millones de euros.