El aumento de las ventas de aparatos electrónicos en la UE desborda su reciclaje

Entre 2015 y 2018, los equipos y dispositivos comercializados en la Unión Europea se incrementaron en casi un 80%, mientras que la recogida de residuos electrónicos creció solo un 60%.

Durante 2023, en la UE se recogieron oficialmente 11,6 kg por habitante de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE o residuos electrónicos), como electrodomésticos, teléfonos inteligentes y ordenadores, frente a los 32,2 kg de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) nuevos comercializados por persona, según datos de Eurostat. Esta diferencia de 20,6 kg por persona pone de relieve un aumento en el stock de dispositivos, ya sea porque siguen en uso, a la espera de ser eliminados, acumulados en los hogares o perdidos en el tratamiento informal y no controlado de residuos.

Entre 2015 y 2023, los AEE comercializados en la UE aumentaron un 78%, pasando de 18,1 kg por persona en 2015 a los mencionados 32,2 kg en 2023.

Los Países Bajos registraron la mayor cantidad de AEE comercializados, con 45,4 kg por persona, seguidos de Alemania (38,9 kg) y Austria (35,1 kg). En el otro extremo, en Chipre, solo se comercializaron 14,8 kg de aparatos electrónicos por persona. Eslovaquia (15,8 kg) y Bulgaria (17,9 kg) les siguieron con los valores más bajos. España se sitúa cerca de la media de la UE, con 31,8 kg de aparatos eléctricos y electrónicos comercializados por habitante.

Como consecuencia, entre 2015 y 2023, los residuos electrónicos recogidos aumentaron también un 60%, pasando de 7,3 kg a 11,6 kg, lo que supone un crecimiento más lento que el de los AEE comercializados.

Entre los países de la UE, Bulgaria (17,9 kg por persona), Chequia (16,8 kg) y Austria (15,9 kg) registraron los valores más altos de residuos electrónicos recogidos por persona, mientras que las cantidades más bajas se registraron en Chipre (3,8 kg por persona), Malta y Portugal (5,8 kg por persona cada uno). En España, se recogieron 9,7 kg de RAEE por persona.

Bulgaria es el único país de la UE en el que la recogida de residuos eléctricos y electrónicos es igual a los productos comercializados, con 17,9 kg por persona en cada categoría. Por el contrario, en los Países Bajos, el peso de los productos electrónicos comercializados es casi cuatro veces superior al de los recogidos como residuos, 45,4 kg frente a 12,3 kg.