Ubicada en la localidad de Madridejos, la instalación impulsada por Greene y Castellano Manchega de Limpiezas convertirá los rechazos generados en una planta de tratamiento de residuos en aceite de pirólisis para la producción de poliolefinas circulares.

Valogreene CML valorizará 40.000 toneladas de residuos al año
Recreación de la futura planta de Valogreene CML en Madridejos

La empresa ilicitana Greene se ha unido a Castellano Manchega de Limpiezas (CML) para crear Valogreene CML y ejecutar la ampliación de la planta de tratamiento que gestiona esta última en Madridejos (Toledo). La actuación, cuyas obras ya han comenzado, permitirá valorizar 40.000 toneladas de residuos cada año, que actualmente están siendo depositados en vertedero, para producir con ellos bioaceite, un producto también conocido como aceite pirolítico.

El objetivo de esta iniciativa empresarial es transformar los residuos que van a parar a vertedero en nuevas materias primas que puedan reintroducirse en el mercado.

La planta tratará los rechazos de los residuos gestionados por CML, una de las principales empresas de la región especializada en residuos industriales. En concreto, en Valogreene CML se valorizará la fracción rechazo de materiales cuyo destino es el vertedero como envases de diferente tipo, compost fuera de especificación para aprovechamiento agrícola y lodos generados en el proceso de producción de artículos cosméticos.

Con las 40.000 toneladas de residuos procesados en la nueva planta, se obtendrán entre 8.000 y 10.000 toneladas al año de aceite de pirólisis. Este material, que Greene comercializará bajo la marca Agnoil, se utilizará para la producción de poliolefinas circulares, una materia prima con la que se pueden producir nuevos plásticos.

El proyecto cuenta con una inversión de 29 millones de euros y se ubicará en el polígono 8 de Madridejos, junto a la actual planta de tratamiento de CML. La planta ocupará alrededor de 11.000 metros cuadrados y contará, entre otras, con una nave de pirólisis y un edifico de oficinas y taller. Las obras han comenzado este mes de diciembre y se espera que la planta esté en pleno funcionamiento durante el 2025. El proyecto generará en la zona 17 empleos directos y alrededor de 40 indirectos.

Tal como explica el consejero delegado de Greene, Juan José Hernández, “con este proyecto evitaremos que 40.000 toneladas de residuos terminen en vertedero, así como limitaremos la contaminación de suelos y aguas freáticas, mitigando gases de efecto invernadero. Seguimos trabajando para, gracias a nuestra tecnología, dar soluciones sostenibles a un importante problema mundial, el de los residuos, a los que damos una nueva vida”.

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