En su 90 aniversario, la carrera ciclista estrena unos innovadores trofeos hechos de material reciclado, transformando un residuo en un símbolo de la competición.
La Vuelta Ciclista a España, que comenzó el pasado 23 de agosto, contará este año con unos novedosos trofeos oficiales que marcan un hito en la historia de la carrera al estar elaborados íntegramente con caucho 100% reciclado proveniente de neumáticos de bicicleta fuera de uso.
Los galardones, diseñados y fabricados en colaboración con la empresa española Sustain Awards, subrayan el compromiso de La Vuelta con la sostenibilidad y la economía circular, transformando un residuo en un símbolo de la competición.
Los trofeos están hechos de caucho SBR (Estireno Butadieno Rubber), un material recuperado a través de un proceso de separación mecánica de los neumáticos, que divide el textil, el acero y el caucho. El caucho se somete a un exhaustivo tamizado para obtener un granulado fino (0-2.0mm) que luego se amalgama con una mínima cantidad de resina de poliuretano.
Este compuesto se moldea artesanalmente mediante compresión manual, lo que garantiza un galardón duradero, resistente y con una textura única. La técnica no solo valoriza los materiales reciclados, sino que eleva la sostenibilidad al centro de la competición, convirtiendo cada trofeo en una declaración de principios.
Un homenaje a 90 años de historia
El diseño del trofeo para el ganador de La Vuelta 25 rinde homenaje a la rica historia de la carrera. La pieza, creada con la icónica V de Victoria del logo de La Vuelta, presenta una innovación artística y conmemorativa: en su superficie se han grabado los nombres de los 80 ganadores de las 90 ediciones que se han disputado desde su fundación.
Este diseño no solo celebra el 90 aniversario de la carrera, sino que conecta al nuevo campeón con el legado de leyendas pasadas, convirtiendo el trofeo en un objeto de colección y un pedazo de la historia del ciclismo español.
Los trofeos para el segundo y tercer clasificado se distinguen por un diseño audaz de geometría irregular y sesgada. Esta forma moderna y dinámica ha sido concebida para reflejar la esencia del ciclismo: un deporte de constante movimiento, superación y giros inesperados.
Cada ángulo y arista simboliza el esfuerzo, la determinación y la pasión de los ciclistas en su camino hacia el podio. Es un reconocimiento al mérito de quienes, con tenacidad y talento, luchan por destacar en la élite mundial.