[themoneytizer id=»17425-1″] Una prueba piloto realizada en el marco del proyecto reWINE concluye que la industria vinícola catalana reduciría hasta un 28% su huella de carbono gracias a la reutilización de botellas, si bien hacen falta más plantas de lavado para optimizar el coste económico y ambiental del transporte de los envases.