El Fórum Internacional de Gestión de Residuos llega hoy a su fin con una jornada especialmente dedicada a las oportunidades y retos conductuales en la implantación de la recogida de residuos con identificación del generador.

Segunda jornada del #wasteinprogress 2023

El Fórum Internacional de Gestión de Residuos #wasteinprogress, que del 18 al 20 de abril celebra su quinta edición en el Palau de Fires de Girona, abordó ayer, durante su segunda jornada, las oportunidades y los retos jurídicos de la implantación de los nuevos modelos de recogida de residuos con identificación de usuario. Desde la protección de datos hasta la fiscalidad y los procedimientos administrativos, pasando por los procesos de inspección y sanción, basándose en el nuevo marco legal y la legislación indirecta.

En este sentido, el día estuvo protagonizado por los casos de Austria e Italia. Se abordó el nuevo marco normativo de las tasas de residuos y el financiamiento local, al mismo tiempo que se habló, por ejemplo, de la experiencia de Monza y de cómo sus 122.000 habitantes se están adaptando a un nuevo servicio de recogida puerta a puerta, de la gestión de datos de los usuarios y de cuál es el método de inspección para el correcto cumplimiento de la ordenanza de residuos. La jornada también contó con testimonios más cercanos como los de Madrid, Cardedeu (Barcelona) y la comarca de Urola Erdia, en Gipuzkoa, así como de representantes de la Agencia de Residuos de Catalunya y la Autoridad Catalana de Protección de Datos.

El congreso, que cuenta con 28 expositores y volvió a recibir a unos 500 asistentes en su segundo día en Fira de Girona, pondrá su punto final hoy jueves, 20 de abril, con nuevos casos de éxito de diversas ciudades, regiones y países enfocados en las oportunidades y los retos conductuales. Para ello contará con la presencia de ponentes procedentes de Bihor (Rumanía), Estocolmo (Suecia), Hertfordshire (Inglaterra) y Países Bajos, entre otros.

Un sistema fácil, simple y justo

El austríaco Martin Steiner y el italiano Alessandro Mantelero coincidieron, en sus respectivas ponencias, en que hace falta facilitar la vida de los usuarios cuando se relacionan la fiscalidad y la gestión de residuos. Martin, director general y consultor de la empresa TBU (Eviromental Engineering Consultants) enumeró una serie de mandamientos o reglas de oro necesarias a la hora de abordar este tema. El ingeniero, con una experiencia de 30 años en la materia, aclaró que “con las tasas, muchos ayuntamientos se complican la vida y lo hay que hacer es precisamente lo contrario. Que sea lo más entendible posible. O tan sencillo que incluso parezca estúpido. Se tiene que poder explicar a la gente rápidamente, durante el tiempo que tarda una cerilla en consumirse. Y estas tasas tienen que conseguir conducir al consumidor hacia el comportamiento deseado. En el caso de los residuos, que separen, elijan y seleccionen correctamente, y no tirarlos en el bosque porque parezca lo más fácil”.

Martin añadió que la recogida es un servicio público, pero “diferente” a los fundamentales, como el suministro de agua o de luz, porque “si dejas de pagar el móvil, por ejemplo, te cortan la comunicación, pero si lo que no haces es pagar los impuestos, tú puedes seguir ensuciando, así que hace falta que las personas entiendan qué están haciendo”.

Mantelero, experto en datos y miembro de la cátedra Jean Monnet en la universidad Politecnico di Torino, habló de los requisitos que garantizan el éxito en las implantaciones de un modelo de recogida con identificación, presentando el “Privacy by design”. Un concepto que va camino de cumplir una década arraigado en Italia (desde 2015) y que ha servido para conseguir un equilibrio entre la protección de datos y otros intereses comunes como lo es la preservación del medio ambiente.

“A la hora de desarrollar cualquier producto, en este caso un sistema de recogida de residuos con identificador del generador, hay que tener clara cuál es la finalidad, la cantidad de datos, cómo los conseguiremos y de qué manera los utilizaremos. Si esto se entiendo y se pone en funcionamiento, siempre teniendo en cuenta el marco legal correspondiente, funcionará. Es importante diferenciar entre los datos necesarios y básicos y aquellos opcionales, que necesitan el consentimiento de los usuarios”. Lo definió como una “solución” que funciona correctamente en su país y que tiene recorrido en otras partes del planeta.

El caso de Monza: puerta a puerta y un sistema de inspección ben definido

En Monza, con una población de unos 122.000 habitantes y un área cercana a los 36 kilómetros cuadrados, se puso en marcha a principios del mes de marzo del año pasado un nuevo servicio de recogida de residuos. Hablalron de ello Serena Trussardi y Valentina Guelpa, directoras del Sector de Medio Ambiente y Energía del consistorio italiano. Se trata de un modelo puerta a puerta que dispone de cubos con chip y también de una bolsa semitransparente homologada llamada “sacchi rossi” que permite identificar a cada usuario mediante un tag RFID. A partir de los datos que se obtienen con este sistema se aplica una tarifa de pago por generación.

Trussardi y Guelpa, aparte de exponer los aspectos legales relacionados con esta identificación, admitieron que a los ciudadanos les está costando adaptarse y que hay en marcha un particular sistema de inspección que vela para que los residuos se separen correctamente. “Hacemos un control exhaustivo a través de la lectura del chip que hay en cada bolsa y a partir de aquí se procede a sancionar a la gente que no lo hace correctamente. Esto depende de la policía local pero también de un conjunto de voluntarios que disponen de poderes para hacerlo”. Estos voluntarios han realizado previamente un curso formativo, el departamento de policía ha comprobado que no tengan antecedentes y tienen la obligación de hacer, como mínimo, 160 horas al año de servicio. De momento se cuenta con 29 personas con el deseo de ampliar esta cifra.

Más genérica fue la visión de Francesca Cecamore, la responsable del Área Directiva de la Autoridad Italiana de Protección de Datos. Se encacrgó de explicar la normativa existente en Italia por lo que se refiere a la protección de datos y de privacidad a la hora de identificar la participación del usuario en la recogida de residuos.

El nuevo marco de las tasas de residuos y el financiamiento local

Ignasi Puig, director de proyectos de la consultoría catalana ENT Medi Ambient y Gestió, participó en la segunda jornada de ponencias del #wasteinprogress con la finalidad de relacionar el nuevo marco estatal de las tasas de residuos y el financiamiento local pertinente. Pese a que la ley se aprobó en 2022 y no se pondrá en marcha hasta enero de 2025, Puig mostró su preocupación porque considera que “vamos tardísimo” y que “los deberes se están acumulando” para que funcione como es necesario cuando llegue la fecha en cuestión.

“La normativa que entrará en vigor afecta a todos los ayuntamientos, la mayoría de los cuales ya disponen ahora de tasas, pero estas casi nunca sirven para cubrir los gastos. Ha pasado un año desde la aprobación, ahora vendrán elecciones y de momento se han producido pocos cambios. Hace falta ponerse a trabajar ya”. Puig ve imprescindible, primero de todo, “tener claro cuáles son los costes del servicio de recogida, ver cómo se está de lejos del objetivo propuesto y ajustar las tasas en consecuencia a estos parámetros”. Y puso encima de la mesa el pago por generación, una práctica habitual en otros países y que “todavía se ve lejos” en Catalunya, pese a que la tendencia es “ir hacia esta dirección” aunque de momento se está haciendo “poco a poco”.

Puig subrayó que aquellos consistorios que ya han introducido en sus municipios el sistema de recogida puerta a puerta podrían aplicar este pago por generación, recordando que por ahora el servicio de basuras se paga “con una tarifa plana”, independientemente de los residuos que se generan. Un método, el actual y mayoritario en el territorio catalán y estatal, que acabará desapareciendo con el paso del tiempo.

La segunda jornada también contó con la participación de Teresa Guerrero, jefa del Departamento de Fomento de la Recogida Selectiva de la Agencia de Residuos de Catalunya, que enumeró una serie de herramientas para facilitar la implantación de tasas justas. Un tema que también trató Xavier Urós, jefe de la Asesoría Jurídica de la Autoridad Catalana de Protección de Datos.

Los testimonios más cercanos corrieron a cargo de Enrique García, jefe del Servicio Jurídico y de Coordinación Administrativa de la Dirección General de Limpieza y Residuos del Área del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid; Orkatz Goenaga, gerente de los Servicios Ambientales de la comarca de Urola Erdia, en el País Vasco, para hablar de los procesos de inspección de las bolsas en los contenedores cerrados, y de Verònica Vidal, la regidora de Medio Ambiente, Verde Urbano, Movilidad y Servicios del Ayuntamiento de Cardedeu, encargada de explicar cómo esta localidad catalana lleva a cabo la protección de datos vinculada al servicio de recogida puerta a puerta con identificación.

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