Según un informe de RREUSE, la reutilización de un solo smartphone ahorra 14 kg de recursos y 58 kg de emisiones de CO₂, mientras que un aumento del 10% en la compra de ropa de segunda mano ya reduciría las emisiones en un 3% y el consumo de agua en un 4%.

La principal red europea de empresas sociales activas en la economía circular, RREUSE, ha publicado un nuevo informe en el que insta a los responsables políticos de la UE a adoptar objetivos vinculantes, ambiciosos e independientes para la reutilización y la preparación para la reutilización. El informe también ofrece una visión general completa de los objetivos existentes y su contexto institucional y político en los Estados miembros de la UE.
La huella material de Europa ha crecido rápidamente. En 2022, un residente medio de la UE compró más de 32 kg de aparatos eléctricos y electrónicos y 19 kg de textiles, y generó casi 5 toneladas de residuos.
La reutilización ofrece una de las soluciones más eficaces para reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente y el clima. Se estima que la reutilización de un solo teléfono inteligente ahorra 14 kg de recursos y 58 kg de emisiones de CO₂, mientras que un aumento del 10% en la compra de ropa de segunda mano ya reduciría las emisiones en un 3% y el consumo de agua en un 4%.
A pesar de las claras ventajas de la reutilización, la política de la UE aún no refleja todo su potencial. «Con un marco político más favorable, la reutilización podría aportar beneficios medioambientales mucho mayores y crear muchos más puestos de trabajo locales inclusivos, fortaleciendo las economías y las comunidades locales», comenta Neva Nahtigal, directora de RREUSE.
«Es esencial establecer objetivos de reutilización y preparación para la reutilización separados, vinculantes y cuantitativos para reducir los residuos, recortar las emisiones, aliviar la presión sobre los recursos naturales, apoyar la creación de empleo y construir una economía verdaderamente circular en la que la prevención y la prolongación del ciclo de vida de los productos sean una prioridad», añade.
Como se destaca en el nuevo informe de RREUSE, la legislación de la UE sigue sin incluir objetivos de reutilización significativos, y la práctica continuada de combinar los objetivos de reutilización y reciclaje socava la jerarquía de residuos, ya que da prioridad al reciclaje. Aunque la UE aún no ha abordado este problema, varios Estados miembros, regiones y ciudades ya han introducido objetivos de reutilización y preparación para la reutilización y han demostrado que estas medidas son deseables y viables.
Mientras los responsables políticos dan forma a la Ley de Economía Circular y a los futuros marcos normativos en materia de residuos, RREUSE reclama el desarrollo de objetivos sólidos de reutilización que garanticen la protección del medio ambiente, la eficiencia de los recursos y la creación de puestos de trabajo de calidad en toda Europa.







