Investigadores franceses han caracterizado PFAS en productos de desecho orgánico aplicados a los campos agrícolas, encontrando las mayores cantidades en las muestras de origen urbano.
Debido a sus útiles propiedades tensoactivas, las sustancias perfluoralquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) se han producido masivamente para revestimientos antiadherentes, tejidos repelentes al agua o espumas contra incendios. Sin embargo, los científicos han detectado estas sustancias químicas persistentes altamente estables en todo el medio ambiente, lo que ha suscitado preocupación por su toxicidad. Ahora, investigadores franceses han informado en la revista Environmental Science & Technology de la ACS que han caracterizado PFAS en productos de desecho orgánico aplicados a los campos agrícolas en Francia, encontrando las mayores cantidades en las muestras de origen urbano, con compuestos que cambian con el tiempo.
Aunque la producción de los PFAS más preocupantes ha sido prohibida o eliminada voluntariamente en muchos países, los compuestos persisten en el medio ambiente. Además, han sido sustituidos por otros PFAS que tienen efectos inciertos sobre el medio ambiente y la salud. Los seres humanos y el ganado pueden ingerir estas sustancias y excretarlas con sus residuos, y los compuestos pueden filtrarse en las aguas residuales.
Además, cuando los residuos se aplican a los campos agrícolas como fertilizantes, los PFAS podrían contaminar las aguas subterráneas y bioacumularse en los cultivos alimentarios.
El investigador Sébastien Sauvé y sus colegas del Instituto Nacional de Investigación Agrícola, Alimentaria y Medioambiental de Francia han caracterizado de forma exhaustiva múltiples clases de PFAS en productos de desecho orgánico contemporáneos e históricos -incluidos los estiércoles del ganado, los lodos y abonos de las aguas residuales urbanas y los residuos industriales- aplicados a las tierras agrícolas francesas.
Los investigadores seleccionaron 47 muestras de productos de residuos orgánicos destinados a la aplicación en el campo, recogidas en Francia entre 1976 y 2018. Analizaron las muestras en busca de PFAS conocidos y no caracterizados previamente mediante espectrometría de masas de alta resolución.
Según sus resultados, más del 90% de las muestras contenían al menos un PFA, con hasta 113 compuestos detectados en una sola muestra.
Además, el equipo detectó menos y más bajos niveles de PFAS en los estiércoles de ganado que en los residuos de origen urbano. En los residuos urbanos, detectaron niveles elevados de compuestos de PFAS que no se suelen controlar, lo que sugiere que los estudios anteriores subestimaron los niveles totales de PFAS. Las muestras urbanas históricas contenían niveles más altos de PFAS eliminados, mientras que en las muestras contemporáneas predominaban los compuestos llamados fluorotelómeros, que podrían degradarse a PFAS más persistentes en el medio ambiente, dicen los investigadores.