La entidad reguladora insiste en la necesidad de garantizar la libre competencia en la gestión de residuos, evitando privilegios y exclusiones en los acuerdos públicos.
La reciente comunicación difundida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre las reglas básicas para los convenios públicos relacionados con la gestión de los residuos ha sido recibida con satisfacción por parte de Procircular, que lleva tiempo reclamando un modelo de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) basado en la competencia, la transparencia y la pluralidad real de operadores.
Para Procircular, primer Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) en conseguir la autorización para todos los envases y materiales de acuerdo con el nuevo marco normativo, el mensaje no deja lugar a dudas: los convenios entre administraciones públicas y sistemas colectivos deben construirse sobre principios de acceso abierto, sin restricciones de entrada ni condiciones que beneficien a un solo actor.
“Un sistema RAP sólido no puede depender de estructuras cerradas ni de fórmulas heredadas del pasado. Abrir el sistema a todos los SCRAP autorizados es esencial para asegurar la competencia real y efectiva”, subraya la presidenta del Consejo de Procircular y directora general de Reclay Iberia, Carmen Sánchez García de Blas.
Este enfoque de la CNMC está alineado con las reflexiones y propuestas que Procircular ha compartido en distintas reuniones mantenidas con distintas administraciones. Desde la compañía se ha insistido en que no puede haber igualdad de oportunidades si la negociación de los convenios excluye de facto a nuevos operadores con autorización definitiva concedida, aunque estos cumplan con todos los requisitos técnicos.
La liberalización del sector ha demostrado en poco tiempo que la competencia genera valor tangible. Las empresas envasadoras tienen ahora la opción de elegir a su SCRAP, comparar propuestas, evaluar el servicio que reciben y exigir resultados. A su vez, esto empuja a los operadores a innovar, a ofrecer mayor calidad y a optimizar recursos. Y, en paralelo, se refuerza la vigilancia mutua entre SCRAP, lo que contribuye a mejorar el control del sistema.
Procircular confía en que esta visión quede reflejada de forma clara en el nuevo Real Decreto de envases que el Gobierno tiene previsto aprobar próximamente. “Creemos que esta norma debe garantizar un marco legal en el que todos los SCRAP autorizados puedan operar en condiciones equitativas, sin obstáculos administrativos ni acuerdos excluyentes, para asegurar una competencia real y abierta a todos”, explica Carmen Sánchez.
Desde su autorización en 2024, Procircular ha defendido la necesidad de dejar atrás modelos únicos para dar paso a un ecosistema plural. “El futuro de la RAP pasa por permitir que haya distintas formas de hacer bien las cosas. Apostar por un sistema abierto no es solo una cuestión de competencia, es una cuestión de eficacia, sostenibilidad y transparencia”, concluye Sánchez.
La entidad reitera su compromiso de seguir trabajando con las distintas administraciones y con el conjunto del sector para construir un sistema de gestión de residuos más moderno, colaborativo y al servicio de los verdaderos objetivos medioambientales y sociales que marca la legislación europea.