El Gobierno Vasco presenta ante los profesionales del sector el nuevo Plan de Prevención y Gestión de Residuos, que deberá guiar a Euskadi hacia un modelo de economía circular.
Cerca de 300 profesionales y entidades ligadas al sector de los residuos se dieron cita ayer en Bilbao para conocer en detalle el nuevo Plan de Prevención y Gestión de Residuos de la Comunidad Autónoma Vasca hasta 2020.
Allí, la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi, apuntó que “Euskadi está en condiciones de dar el salto cualitativo hacia un nuevo modelo de economía circular que permita rentabilizar la inversión ambiental realizada en las últimas décadas. Los residuos son un campo de oportunidad empresarial y de creación de empleo en Euskadi”.
“Menos residuos significa menores riesgos para la salud de las personas y de los ecosistemas, pero también mayor productividad a medio-largo plazo para las empresas que los generan, dado que emergen nuevos nichos de mercado para aquellos que, mediante nuevas tecnologías, nuevos procesos o nuevas ideas, sean capaces de sacar provecho de los residuos y puedan valorizarlos, introduciéndolos de nuevo en el ciclo” indicó Oregi.
“No puede ser que la deposición en vertedero sea la opción más ventajosa, como ha ocurrido en los últimos tiempos. Es preciso incentivar la búsqueda de alternativas de valorización y avanzar en la implantación de una industria avanzada del reciclaje”, señaló el viceconsejero de Medio Ambiente, Josean Galera, quien también subrayó que “el valor de los materiales que se depositan cada año en los vertederos del País Vasco asciende a 47 millones de euros, lo que equivale al coste de 1.500 empleos medios anuales”.
En palabras del Viceconsejero Galera, “con el Plan de Residuos vamos a dejar de generar medio millón de toneladas de residuos, que serían el doble si nos dejásemos llevar por la inercia actual de producción y consumo”. Otro de los resultados que se espera es lograr la reintegración en la economía de 3,5 millones de toneladas de residuos, que llevará asociada la generación de 1.200 nuevos empleos.
Es preciso incentivar la búsqueda de alternativas de valorización y avanzar en la implantación de una industria avanzada del reciclaje.»
El objetivo es avanzar en la implantación de un modelo de economía circular. “El resultado más intangible, pero que marcará el éxito de este plan, es hacer realidad un cambio de mentalidad entre ciudadanía, empresas e instituciones hacia un modelo económico en el que nada se desecha y todo se aprovecha, y la palabra residuo pasa a ser sustituida en nuestro lenguaje por la palabra recurso”, subrayó Galera.
Mesa redonda
La jornada concluyó con una mesa redonda moderada por Javier Agirre, director general de la sociedad pública de Medio Ambiente Ihobe, y en la que participaron Xabier Caño, presidente de ACLIMA; Oscar Santa Coloma, director de Negocio de Medio Ambiente de Tecnalia; Javier Mariño, director gerente de Koopera, y Pedro Soto, gerente de UTE RCD Gardelegui, junto a la directora de Administración Ambiental del Gobierno Vasco, Alejandra Iturrioz.
Javier Aguirre recordó que “Europa es deficitaria en materias primas”, ya que cerca del 80% proceden del exterior, y apostó por “cambiar el modelo desde el comienzo, mediante el ecodiseño de los productos”.
El director general de Ihobe destacó el hecho de que a pesar de la atención mediática que suscitan los residuos urbanos –especialmente en en Euskadi, donde los distintos territorios han apostado por modelos de gestión totalmente opuestos– , “el 80% de los residuos son industriales, y se sigue enviando demasiado a vertedero”; “aunque apenas se habla de eso”, se lamentó Aguirre.
Por su parte, Xabier Caño definió la economía circular como una intersección entre aspectos ambientales y económicos, “aunque en este tema hay mucha filosofía”, por lo que reclamó más iniciativas reales.
El presidente de Aclima puso sobre la mesa algunos aspectos fundamentales para avanzar hacia una sociedad del reciclado, como son las tasas al vertido de residuos –“los cánones bajos de vertido son enemigos de la economía circular”, indicó– y la necesidad de ofrecer “materiales secundarios a precios competitivos”, capaces de competir con las materias primas.
El Gobierno Vasco ya trabaja para promover e incluso obligar a usar materiales secundarios –procedentes del reciclaje– en la compra pública».
Pedro Soto abordó el tema de los residuos de construcción y demolición (RCD), que suponen “hasta el 20% de los residuos que se generan en el País Vasco”. Destacó el papel clave de las plantas de valorización de RCD en la economía circular, y puso de relieve los dos problemas fundamentales a los que se enfrenta esta actividad: la llegada de residuos a las plantas (ya que en demasiadas ocasiones “se pierden” por el camino) y la colocación en el mercado del material producido (como áridos reciclados). Para ello, destacó Soto, “hace falta más implicación de las administraciones, sobre todo locales”, ya que estas últimas deben adaptar su normativa al decreto 112/2012 de RCD y aplicar el control necesario sobre estos residuos (exigiendo a las promotoras los preceptivos estudios de gestión de residuos, etc.).
En respuesta a ambos contertulios, Javier Aguirre recordó que el Gobierno Vasco ya trabaja para promover e incluso obligar a usar materiales secundarios en la compra pública, y aseguró que “no hay excusas para no incorporar ya estos materiales” a los procesos productivos. No obstante, también llamó la atención sobre tasas de vertido demasiado altas que “puedan dar lugar a vertidos ilegales”, porque al constructor no le compensa.
Oscar Santa Coloma, de Tecnalia, instó a la industria vasca a reposicionarse ante estos nuevos nichos de mercado que ofrece la economía circular, y destacó la participación activa de los centros tecnológicos en proyectos y partenariados europeos en el ámbito del reciclaje y la valorización de residuos.
Para el director de Negocio de Medio Ambiente de Tecnalia, son tres las piezas básicas para avanzar en este modelo de economía circular: “la formación de profesionales, la investigación y el lanzamiento de nuevas empresas”.
La preparación para la reutilización es un gran aliado del reciclaje; todo lo que no es susceptible de ser reutilizado, automáticamente entra en la cadena de reciclaje».
Javier Mariño, director gerente de Koopera, explicó a los asistentes el modelo de esta empresa de inserción social, que apuesta por la reutilización integral (desde ropa y calzado hasta apaatos electrónicos), y que ya cuenta con casi 650 contenedores de reutilización distribuidos en multitud de municipios vascos y con 28 tiendas en las que se venden objetos de segunda mano recogidos y recuperados a través de su red. Su intensa actividad les llevó a gestionar en 2014 6.500 toneladas de residuos.
Mariño recordó que la preparación para la reutilización es un gran aliado del reciclaje, ya que todo aquello que llega a la planta de Koopera y no es susceptible de ser reutilizado, automáticamente entra en la cadena de reciclaje para aprovechar sus materiales. “Venimos de 15 años apostando por el reciclaje, y ahora hacen falta otros 15 de apuesta por la reutilización”, concluyó
El paquete de economía circular
La sombra del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sobrevoló el auditorio, y fueron numerosas las referencias a la reciente retirada del paquete de economía circular. Aunque la mayoría fueron “políticamente correctos” y aceptaron –de momento– el argumento de la CE de estar trabajando en una propuesta más ambiciosa, Xabier Caño manifestó sus dudas al respecto y lamentó que “según la información que nos llega, se van a priorizar otras políticas en lugar de las ambientales”. En la misma línea, Oscar Santa Coloma hizo referencia a la existencia de “un lobby de materias primas contrario al mercado de materiales secundarios”.
La economía circular ofrece oportunidades como la producción de tecnología ambiental, la innovación, la bioeconomía o la simbiosis industrial».
Finalmente, los participantes destacaron algunas de las oportunidades que ofrece la economía circular, como la producción de tecnología ambiental propia, la innovación que permita crear nuevos nichos de mercado, la apuesta por la bioeconomía –gracias al aprovechamiento de subproductos agroalimentarios en nuevos productos de alto valor añadido para diversas industrias–, o la simbiosis industrial, que permita aprovechar recursos materiales y energéticos de forma más eficiente.
Programa Marco Ambiental
El encuentro celebrado ayer en Bilbao es el primero de una serie de jornadas que el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial tiene previsto organizar para abordar en detalle los objetivos estratégicos de la política ambiental del Gobierno Vasco, plasmados en el Programa Marco Ambiental 2020 que se aprobó el pasado mes de diciembre.
El Programa Marco Ambiental 2020 es el documento que marca la política ambiental de Euskadi, describe los nuevos retos ambientales que es necesario abordar y fija los objetivos y principales actuaciones hasta el año 2020, en línea con las actuales políticas europeas. Recoge 6 objetivos estratégicos, que se despliegan de aquí a 2020 en 75 actuaciones específicas, y que abordan los siguientes ámbitos: la preservación del capital natural, el tejido económico y los recursos que emplea, la salud de la ciudadanía, la colaboración público-privada, la integración de las diferentes políticas y la proyección internacional de Euskadi.