La federación europea de gestores de residuos cree que rebajar los niveles de contenido reciclado y admitir los plásticos preconsumo mina el propósito del Reglamento y frena las inversiones en el reciclaje de vehículos.
El Parlamento Europeo aprobó ayer en sesión plenaria su posición sobre el futuro Reglamento de Vehículos al Final de su Vida Útil (ELVR, por sus siglas en inglés), un paso clave para reforzar la circularidad en el sector de la automoción. Sin embargo, la Federación Europea de la Gestión de Residuos (FEAD) advirtió que algunos cambios introducidos por los eurodiputados ponen en riesgo la eficacia de la norma.
La asociación celebró varios avances, como el reconocimiento del papel esencial de los centros de tratamiento autorizados (CAT) y la apuesta por una gobernanza más inclusiva en los sistemas de responsabilidad ampliada del productor (RAP). FEAD también valoró que el Parlamento distinguiera claramente entre puntos de recogida y CAT, y que obligue a los fabricantes a contratar con estos últimos para cumplir con sus obligaciones de responsabilidad. Asimismo, aplaudió que se garantice la representación de toda la cadena de reciclaje en las organizaciones de responsabilidad del productor, favoreciendo la transparencia y la competencia leal.
No obstante, la federación considera que el texto aprobado rebaja la ambición inicial de la Comisión en aspectos clave. En particular, critica:
- La reducción del contenido mínimo de plástico reciclado al 20%, y al 15% en el caso del circuito cerrado.
- La ampliación del plazo para alcanzar el objetivo del 25% de contenido reciclado, que pasa de 72 a 120 meses.
- La posibilidad de contabilizar hasta un 50% de residuos plásticos preconsumo, lo que a juicio de FEAD desincentiva la inversión y resta valor a la circularidad real.
“Europa no puede permitirse debilitar sus objetivos de circularidad. Rebajar los niveles de contenido reciclado y admitir plásticos preconsumo mina el propósito de esta regulación y frena las inversiones en el reciclaje de vehículos”, declaró Paolo Campanella, secretario general de FEAD.
La federación reclama que en las negociaciones a tres bandas (trílogo) se restablezca la exigencia de un 25% de plástico reciclado con un 25% en circuito cerrado en un plazo máximo de seis años, y que se limite el cómputo únicamente a materiales posconsumo. Además, insiste en proteger el papel de los CAT y en garantizar una gobernanza participativa en los sistemas RAP.
FEAD concluye que el Reglamento de Vehículos al Final de su Vida Útil representa una oportunidad única para reforzar el liderazgo europeo en la cadena de valor circular de la automoción, siempre que la norma definitiva mantenga objetivos sólidos y proporcione un marco claro para toda la industria.








