La confederación europea del reciclaje advierte que, aunque se mantiene el alcance de los objetivos de contenido reciclado propuesto por la Comisión, la reducción de su ambición envía una señal equívoca a recicladores, fabricantes e inversores.

VFU

La Confederación Europea de Industrias del Reciclaje (EuRIC) ha expresado su preocupación por la posición adoptada por los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea respecto a la revisión del Reglamento de Vehículos al Final de su Vida Útil (VFU), aprobada el pasado 17 de junio. Aunque la organización valora algunos avances en materia de circularidad, alerta de que la falta de ambición en aspectos clave podría comprometer el desarrollo de una economía verdaderamente circular en el sector de la automoción.

Entre los aspectos positivos, EuRIC destaca el respaldo a objetivos obligatorios de contenido reciclado en plásticos y la mejora en la trazabilidad de los VFU. La inclusión de una cláusula espejo para importaciones y la exigencia de auditorías por terceros en las instalaciones que producen materiales reciclados, tanto en la UE como fuera de ella, son consideradas medidas importantes para reforzar la competencia leal y la transparencia en la cadena de suministro.

Sin embargo, la entidad critica la rebaja del objetivo de contenido reciclado en plásticos en vehículos nuevos, que pasa del 25% propuesto inicialmente al 15%. Según EuRIC, esta reducción representa un paso atrás respecto a los objetivos declarados de la normativa. Además, señala una incoherencia normativa: mientras se fija una meta del 30% de reciclaje de plásticos procedentes de VFU en un plazo de cinco años, la exigencia real de uso de esos materiales reciclados en la fabricación de nuevos vehículos se limita a un 3,75% después de seis años.

“Actualmente, el 80% de los plásticos de los vehículos al final de su vida útil sigue destinándose a vertederos o incineración. Sin objetivos vinculantes que activen tanto la oferta como la demanda de plásticos reciclados, esta situación no cambiará. Es imprescindible que los fabricantes se comprometan a utilizar materiales reciclados en los nuevos vehículos, porque la circularidad debe ser una responsabilidad compartida en toda la cadena de valor”, afirma María Vera Durán, directora técnica senior de EuRIC.

En relación con el tratamiento de los VFU, la Confederación celebra la decisión de mantener un enfoque tecnológicamente neutro, que permitirá a la industria seguir desarrollando soluciones innovadoras. También defiende que los requisitos de calidad para metales reciclados respondan a las necesidades del mercado y de los clientes, y no se impongan por vía legislativa, para evitar frenos involuntarios a la circularidad.

No obstante, EuRIC considera una oportunidad perdida la ausencia de objetivos obligatorios para metales reciclados, especialmente en el caso del acero. La organización advierte de que la introducción de requisitos de calidad más estrictos sin una demanda garantizada podría desincentivar el uso de materiales reciclados en la fabricación de nuevos vehículos.

Por último, la organización valora los avances para abordar el problema de los «vehículos desaparecidos», con medidas como la automatización de los controles aduaneros para garantizar que sólo se exporten vehículos aptos para la circulación. Sin embargo, insiste en la necesidad de una aplicación estricta de la normativa para evitar la fuga de recursos fuera de Europa, en detrimento de la economía circular del continente.

EuRIC insta a los responsables políticos europeos a aprovechar la oportunidad de esta revisión normativa para establecer un marco que refuerce la circularidad de los VFU, garantizando el suministro de materias primas secundarias, apoyando la inversión en reciclaje, impulsando la innovación y contribuyendo a los objetivos climáticos de la Unión Europea.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *