Un modelo de reciclaje en cascada convierte los posos de café en nuevos materiales, cosméticos, biocombustibles y biocarbón con balance negativo de carbono.

Posos de café
Foto de Andrew Kenney en Unsplash

Cada día se consumen más de 2.000 millones de tazas de café en el mundo, generando millones de toneladas de posos que, en su mayoría, acaban en vertederos o incinerados. Sin embargo, este flujo de residuos abundante y estable está empezando a cobrar un nuevo protagonismo en la economía circular gracias a iniciativas como Coffee!Up, una plataforma checa que aplica modelos de reciclaje en cascada para convertir los posos de café en materiales, cosméticos, biocombustibles e incluso biochar con balance negativo de carbono.

Aunque los posos de café contienen aceites, nutrientes y materia orgánica aprovechable, su destino habitual es la eliminación. En vertedero, su descomposición libera metano, un gas de efecto invernadero con gran impacto climático. El reto para Coffee!Up consistía en transformar este residuo cotidiano en una materia prima renovable y trazable, capaz de alimentar diferentes industrias y reducir emisiones.

El reciclaje en cascada aplicado al café

Coffee!Up ha desarrollado un modelo de bioeconomía circular que valoriza los posos de café en sucesivas etapas, maximizando su aprovechamiento:

  • A partir de una tonelada de posos húmedos, se obtienen de media 970 kg de jabón natural, 65,5 kg de aceite de café y 371 kg de biomasa.
  • El aceite de café se destina a cosmética premium desarrollada junto a NanoSPACE Cosmetics, especializada en nanotecnología aplicada al cuidado de la piel.
  • Los restos sólidos se usan como pigmentos naturales y cargas en la fabricación de plásticos. En colaboración con la compañía Plastia, estos pigmentos dan color a una nueva gama de productos sostenibles para hogar y jardín. Algunos de ellos ya han sido galardonados con dos Red Dot Design Awards y un German Design Award.
  • El material residual se transforma finalmente en biobriquetas y pellets, alargando aún más la vida útil del residuo como combustible renovable.

Cerrar el círculo con grandes generadores

El modelo incorpora alianzas directas con grandes consumidores corporativos de café, como KPMG o Komerční banka (KB). A través de estos acuerdos, los posos generados en oficinas se recogen, procesan y regresan convertidos en productos personalizados con color café. Este enfoque convierte los objetivos de sostenibilidad de las empresas en resultados visibles y medibles, reforzando la implicación de empleados y departamentos ambientales.

Biochar y fertilizantes: la siguiente frontera

Coffee!Up está ampliando su modelo mediante la pirolisis a baja temperatura, que convierte los posos en biochar con balance de carbono negativo. Este material retiene el carbono durante cientos de años y puede certificarse como absorción de CO₂ en mercados voluntarios de carbono.

En paralelo, la plataforma desarrolla fertilizantes enriquecidos con biochar, destinados a mejorar la retención de agua y la salud del suelo, a la vez que contribuyen a la regeneración agrícola y a la captura de carbono.

Este nuevo ciclo conecta los flujos de residuos urbanos con la mejora del suelo en entornos rurales, integrando economía circular, acción climática y biodiversidad.

Impactos clave del modelo

  • Circularidad material: cada kilogramo de posos se convierte en múltiples productos, sustituyendo materiales vírgenes como aceites de palma, pigmentos sintéticos o turba.
  • Mitigación y eliminación de CO₂: la desviación de vertedero, la sustitución de insumos fósiles y la producción de biochar reducen emisiones y permiten remover carbono de la atmósfera.
  • Innovación y diseño: socios como Plastia y NanoSPACE Cosmetics muestran cómo la colaboración circular impulsa la innovación competitiva.
  • Impulso corporativo: las alianzas de circuito cerrado demuestran que incluso el café de oficina puede generar impactos ambientales tangibles.
  • Regeneración del suelo: los fertilizantes basados en biochar aportan resiliencia agrícola y contribuyen a la agricultura de carbono.
  • Escalabilidad: el modelo es replicable en toda Europa y adaptable a otros subproductos orgánicos, alineándose con los objetivos de la bioeconomía europea.

Un ejemplo práctico de bioeconomía circular

Coffee!Up materializa prioridades del marco europeo —prevención de residuos, innovación biobasada, descarbonización y salud del suelo— en un modelo empresarial operativo. Demuestra cómo la economía circular toma forma práctica cuando creatividad, ciencia y colaboración se combinan.

La empresa planea expandir su red de recogida y procesamiento en Europa Central, lanzar fertilizantes basados en biochar con certificación de absorción de carbono y continuar desarrollando innovaciones de cosmética y materiales derivados del café.

Su visión: convertir los posos de café en un recurso estándar de la bioeconomía circular europea, creando valor, reduciendo emisiones y cerrando el ciclo, taza a taza.

Fuente:
Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *