El pasado 5 de septiembre la humanidad alcanzó el Día del Sobregiro Plástico, el momento en el que generamos a nivel global más residuos de los que podemos gestionar adecuadamente con las infraestructuras existentes.
Cada año, la humanidad produce más residuos plásticos de los que el mundo es capaz de gestionar de forma segura. La fecha que marca ese límite se conoce como el Día del Sobregiro Plástico (Plastic Overshoot Day), un indicador global que busca visibilizar la magnitud del problema y poner sobre la mesa la urgencia de actuar.
En 2025, esta jornada tuvo lugar el pasado 5 de septiembre, momento en el que comenzamos a acumular un exceso de plásticos que terminarán en vertederos saturados, incineradoras, cursos de agua y suelos, con graves impactos ambientales y sociales.
El concepto del sobregiro plástico es sencillo pero alarmante: se calcula la cantidad de residuos plásticos generados en un año y se compara con la capacidad de gestión disponible en el planeta (recogida, reciclaje, incineración, vertido controlado). Cuando la producción supera esa capacidad, se produce el denominado “sobregiro”.
Según las proyecciones de la iniciativa Plastic Overshoot Day, en 2025 aproximadamente el 31,9% del plástico producido será mal gestionado, lo que implica millones de toneladas de material que acabarán contaminando ecosistemas.
Desigualdades y arquetipos nacionales
Pero no todos los países contribuyen ni sufren el problema de la misma forma. El informe internacional que sustenta el Día del Sobregiro Plástico clasifica a los Estados en diferentes arquetipos de gestión:
- Sobrecargadores: generan grandes volúmenes y, aunque los gestionan internamente, exportan gran parte de sus residuos.
- Autosuficientes: con niveles moderados de generación y gestión local sólida.
- Productores tóxicos de desechos: países con alta generación y una gran proporción de residuos mal gestionados.
- Transactores: gestionan bien sus residuos, pero dependen en exceso del comercio internacional de desechos.
Esta categorización evidencia que la contaminación plástica es un fenómeno global, pero con responsabilidades diferenciadas.
En 2024 se generaron cerca de 220 millones de toneladas de residuos plásticos, de los cuales se estima que casi 70 millones fueron mal gestionados. Esto supone un promedio global equivalente a 8,8 kg de residuos plásticos mal gestionados por persona.
No obstante, apenas 12 países concentran el 60% de esa mala gestión, entre ellos China, India, Brasil, México, Estados Unidos y Turquía. Estos datos muestran que las soluciones deben ser tanto globales como específicas para los contextos nacionales.
En el caso de España, el día del sobregiro plástico está previsto para el próximo 29 de noviembre
¿Cómo revertir la tendencia?
Retrasar el Día del Sobregiro Plástico y, eventualmente, eliminarlo, requiere cambios profundos en la forma en que producimos, consumimos y gestionamos este material. Entre las soluciones más urgentes destacan:
- Reducir el consumo de plásticos de un solo uso, adoptando envases reutilizables y materiales alternativos.
- Invertir en infraestructura de gestión de residuos, con especial énfasis en reciclaje eficiente y vertederos seguros.
- Aplicar políticas de responsabilidad ampliada del productor (RAP), obligando a las empresas a hacerse cargo del ciclo de vida de sus productos.
- Frenar las exportaciones de residuos a países sin capacidad de gestión adecuada.
- Impulsar un Tratado Global sobre Plásticos, vinculante y ambicioso, que coordine las acciones de todos los Estados.
El Día del Sobregiro Plástico no es solo una fecha marcada en el calendario: es una llamada de atención para gobiernos, empresas y ciudadanía. Señala que la gestión de residuos no puede seguir rezagada frente al crecimiento exponencial de la producción de plásticos.
Retrasar esta fecha dependerá de decisiones colectivas y de cambios en nuestros hábitos diarios. Aún estamos a tiempo de evitar que el plástico siga desbordando al planeta y de avanzar hacia una economía más circular y sostenible.