Científicos australianos desarrollan una novedosa técnica para extraer oro de los residuos electrónicos sin usar productos tóxicos. Solo luz, sal y un polímero reutilizable.

Método para recuperar oro de los RAEE

Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Flinders (Australia) ha desarrollado un innovador método para recuperar oro de alta pureza a partir de residuos electrónicos y minerales, sin utilizar productos altamente tóxicos como el cianuro o el mercurio. Esta tecnología representa un paso clave hacia una recuperación de metales más sostenible y segura, tanto para el medio ambiente como para la salud humana.

El nuevo proceso, descrito en la revista Nature Sustainability, se basa en el uso de un compuesto ampliamente utilizado para la desinfección de agua (ácido tricloroisocianúrico), activado mediante agua salada, para disolver el oro. Posteriormente, un polímero rico en azufre, desarrollado por el equipo, se encarga de capturar selectivamente el oro disuelto, incluso en mezclas complejas como las que se encuentran en placas base, tarjetas RAM y otros componentes de residuos electrónicos.

El método elimina así la necesidad de mercurio o cianuro —tradicionalmente usados en la minería de oro—, dos sustancias altamente contaminantes. Además, el polímero utilizado en el proceso puede reutilizarse tras recuperar el oro, lo que fortalece aún más su valor dentro de un modelo de economía circular.

EL objetivo del proyecto es ofrecer alternativas más limpias y eficientes para la recuperación de oro, tanto en residuos electrónicos como en explotaciones mineras, con un menor impacto ambiental.

Una solución para el reciclaje de RAEE

La recuperación de oro a partir de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) es especialmente relevante, dado que estos desechos crecen a un ritmo alarmante a nivel mundial. El nuevo método ha demostrado ser eficaz incluso para extraer trazas de oro presentes en mezclas complejas.

Además, el equipo colaboró con expertos en Estados Unidos y Perú para validar la técnica en minerales auríferos, con especial atención a su aplicación en minería artesanal y a pequeña escala, donde el uso de mercurio sigue siendo una práctica común y peligrosa.

Claves del proceso:

  • Sin mercurio ni cianuro: reducción del riesgo ambiental y para la salud.
  • Uso de luz y sal: el proceso se inicia con luz ultravioleta y agua salada.
  • Polímero reutilizable: el oro se recupera sin generar residuos peligrosos.
  • Aplicación a RAEE y minería artesanal: versatilidad para distintos tipos de residuos.

Los investigadores planean ahora escalar el proceso y colaborar con la industria del reciclaje y la minería responsable para implementarlo a nivel operativo. El objetivo final es ofrecer una herramienta viable que combine eficiencia económica y sostenibilidad ambiental.

Con la demanda mundial de oro en aumento —impulsada por sectores como la electrónica, la medicina o la tecnología aeroespacial—, desarrollar métodos seguros y sostenibles para su recuperación es más urgente que nunca.

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