Varias organizaciones del ámbito de la gestión de residuos textiles advierten a los eurodiputados que aplazar la votación supone retrasar la implementación de la responsabilidad ampliada del productor y la financiación necesaria para las actividades de recogida, reutilización y reciclaje.

Crisis del reciclaje textil

Diversas organizaciones vinculadas a la gestión de residuos han alzado la voz frente al reciente aplazamiento de la votación plenaria del Parlamento Europeo sobre la revisión de la Directiva Marco de Residuos (WFD, por sus siglas en inglés), ahora reprogramada para octubre de 2025.

En una carta dirigida a los eurodiputados, denuncian que este retraso de cuatro meses supone un serio revés para la implementación de los esquemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) en el sector textil, considerados fundamentales para abordar la creciente crisis de residuos textiles en Europa.

Según los firmantes, cada mes de demora retrasa la financiación necesaria para actividades clave como la recogida, preparación para la reutilización y reciclaje textil. Esto afecta directamente a operadores comerciales y del ámbito de la economía social que trabajan para construir sistemas textiles circulares en todo el continente.

Además, advierten que la incertidumbre generada está llevando a muchos actores –incluidos ayuntamientos, recicladores y empresas sociales– a posponer inversiones, paralizar colaboraciones y enfrentar una falta de claridad operativa. Todo ello en un contexto donde el volumen de residuos textiles recogidos por separado no deja de crecer, pero la capacidad de gestión y los mercados para textiles reciclados no avanzan al mismo ritmo.

En la carta –firmada por EuRIC, FEAD, RREUSE, MWE, EEB, Zero Waste Europe,ECOS y T2T Alliance–, también se subraya que el tratamiento de textiles no reutilizables sigue siendo costoso y poco rentable, lo que agrava los desafíos para quienes se dedican a la preparación para la reutilización y el reciclaje textil.

“Aunque el retraso puede parecer un asunto técnico de agenda, sus efectos sobre las personas, el medio ambiente y los objetivos europeos de economía circular son muy reales”, afirman las organizaciones.

Por ello, instan al Parlamento Europeo a adelantar la votación plenaria sobre la Directiva antes del receso de verano, subrayando que “el sector textil –y los miles de trabajadores, empresas y actores de la economía social que trabajan por un futuro más sostenible– no pueden seguir esperando”.

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