El objetivo del proyecto era promover la producción de fertilizantes a partir de materias primeras propias, basándose en un modelo de economía circular, así como demostrar el potencial de los subproductos marinos como recursos para la agricultura.
El grupo empresarial vizcaíno Barna, dedicado a la elaboración de piensos naturales a partir de subproductos de origen marino, ha desarrollado ahora fertilizantes sostenibles mediante la reutilización de subproductos de pescado, demostrando su potencial como recursos para la agricultura.
Durante los últimos cuatro años, la compañía, especializada en el tratamiento de este tipo de residuos, ha colaborado con Azti en el desarrollo de tecnologías que transformen estos subproductos en la materia prima de los biofertilizantes del futuro.
Este es el resultado del proyecto europeo SEA2LAND, que ha finalizado este mes, en el que han participado 26 socios europeos, y cuyo objetivo era promover la producción regional de fertilizantes sostenibles a partir de materias primas propias, basándose en un modelo de economía circular, minimizando al mismo tiempo la generación de residuos. Para ello, se han desarrollado seis programas piloto en diferentes regiones de Europa.
Barna -que gestiona anualmente 60.000 toneladas de subproductos de pescado-, junto con el centro tecnológico Azti, ha liderado el piloto Cantábrico, que se ha centrado en la recuperación de nutrientes de este tipo de residuos mediante procesos biotecnológicos para la obtención de ingredientes que han servicio de materia primera para la creación de nuevos biofertilizantes. El resultado ha sido un éxito, y ha demostrado la eficacia de tecnologías como la hidrólisis enzimática o la autólisis par ala valorización de los subproductos de pescado.
Este proyecto ha sido apoyado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea.