El informe, realizado para el WEEE Forum, concluye que el método de cálculo basado en la puesta en el mercado ya no es adecuado y apuesta por el sistema basado en la generación efectiva de residuos. También propone ampliar la responsabilidad en la gestión de residuos electrónicos más allá del productor.
Un nuevo estudio elaborado por Deloitte para el WEEE Forum propone revisar los actuales objetivos de recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), con el fin de adaptarlos a las exigencias de la economía circular y mejorar su viabilidad técnica y socioeconómica. Esta propuesta se enmarca en los trabajos preparatorios de la Comisión Europea para revisar la Directiva RAEE de cara a 2026, como establece la Directiva (UE) 2024/884.
Actualmente, la normativa europea –bajo la Directiva 2012/19/UE– establece dos métodos para fijar los objetivos de recogida de RAEE:
- El 65% del peso medio de los equipos eléctricos y electrónicos (AEE) introducidos en el mercado en los tres años anteriores (método POM).
- El 85% de los RAEE generados anualmente.
El estudio concluye que el método basado en la puesta en el mercado (POM) ya no es adecuado. El crecimiento del mercado de AEE con ciclos de vida más largos ha desajustado las estimaciones, generando objetivos poco realistas que dificultan su cumplimiento por parte de los Estados miembros.
En cambio, el método basado en los residuos efectivamente generados se considera más robusto, al incorporar distribuciones de vida útil específicas por categoría de producto. Sin embargo, su implementación técnica –a través de una herramienta Excel compleja y no alineada con Eurostat– ha limitado su adopción, y de hecho, solo ocho Estados miembros lo utilizan actualmente.
Así, el estudio ofrece una serie de propuestas clave para fortalecer la economía circular:
- Simplificación del método de cálculo de RAEE generados, mediante la alineación de las entradas de datos con Eurostat y la utilización de distribuciones de vida útil por categoría, no por producto.
- Revisión periódica a escala europea de la vida útil de los productos y cuotas de mercado, para actualizar y afinar las estimaciones.
- Marco de objetivos múltiples, que no solo mida volúmenes recogidos, sino también:
- Calidad del servicio
- Preparación para la reutilización
- Reducción de flujos paralelos ilegales
- Reciclaje de materias primas críticas
- Sensibilización ciudadana
- Aplicación del principio de “todos los actores”, que propone repartir la responsabilidad más allá del productor, incluyendo a minoristas, municipios, recicladores, reacondicionadores, consumidores, aduanas y autoridades de control.
“El principio de responsabilidad ampliada del productor debe replantearse: los productores no son los únicos actores que tienen acceso a los residuos electrónicos”, subraya Pascal Leroy, Director General del WEEE Forum.
Estas recomendaciones se alinean con la futura Ley de Economía Circular que la Comisión Europea prevé adoptar en 2026. El objetivo: definir políticas más ambiciosas pero alcanzables que impulsen la transición hacia una gestión más eficiente y responsable de los RAEE en Europa.