Su filial Britannia Refined Metals inaugura la nueva instalación en Kent (Reino Unido), con la que espera diversificar sus operaciones en la recuperación de minerales críticos.

Planta de muestreo de BRM para el reciclaje de cobre
BRM quiere expandir su actividad al reciclaje de cobre a partir de residuos

Britannia Refined Metals (BRM), filial de la multinacional Glencore y uno de los principales productores de plomo primario de Europa, ha inaugurado su nueva planta de muestreo, valorada en 41 millones de libras esterlinas (más de 47 millones de euros), en Kent (Reino Unido). La instalación tomará muestras de residuos que contienen cobre para su posterior procesamiento y refinado con el fin de recuperar cobre y otros minerales críticos.

La inversión de BRM se enmarca en su plan para diversificar sus operaciones y expandirse al reciclaje de residuos que contienen cobre, junto con su experiencia en el refinado de plomo. La nueva instalación tiene capacidad para muestrear hasta 25.000 toneladas de residuos con contenido de cobre al año, gran parte de los cuales se espera recuperar de aparatos eléctricos y electrónicos reciclados, como frigoríficos y microondas, chatarra electrónica o cables de automoción.

La planta tomará los residuos que contienen cobre y los pasará por una serie de trituradoras para reducir el tamaño del material de desecho. A continuación, la instalación de preparación de muestras tostará el material de desecho triturado en un horno de bandeja y un horno de inducción para dividirlo en muestras aún más pequeñas, listas para su recogida y análisis químico.

Marc Bedard, director de Zinc y Activos Metalúrgicos de Glencore, afirma que la nueva instalación «es una muestra de nuestro compromiso de colaborar con nuestros clientes en la recuperación de minerales críticos a partir de residuos y en la producción de materiales como el cobre, que pueden utilizarse en tecnologías de infraestructura, movilidad, energía y seguridad. La planta ofrece un potencial real para aumentar el ciclo de vida de los minerales críticos».

Cuando funcione a pleno rendimiento, se espera que la nueva instalación emplee a unas 20 personas en puestos operativos, de ingeniería y de gestión, que se sumarán a la plantilla actual de BRM, de unas 150 personas en Kent.

Paul Odendaal, ingeniero de desarrollo de Britannia Refined Metals, confía en que «BRM pueda seguir desempeñando un papel importante en la cadena de suministro mundial de minerales críticos».

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