La Fundación Global del Reciclaje lamenta la ausencia de debate sobre reciclaje en la cumbre climática, cuando la recuperación de residuos, sobre todo los electrónicos, es esencial para asegurar el suministro de materiales críticos para la industria del futuro.

La Global Recycling Foundation (GRF) ha denunciado que el reciclaje vuelve a quedar fuera de la agenda de la cumbre climática de Naciones Unidas, esta vez en COP30, celebrada en Brasil, pese a su creciente importancia para la seguridad de recursos y la descarbonización global. Según la organización, la gestión de residuos y la recuperación avanzada de materiales críticos deberían situarse entre las prioridades estratégicas de los gobiernos.
Ranjit Baxi, fundador de la GRF y creador del Global Recycling Day, advirtió durante la apertura de la cumbre que “el residuo es una moneda de valor” y que su aprovechamiento será determinante para la industria del futuro. “Con el tiempo, será más preciado que la tierra o el petróleo, porque estamos desperdiciando los materiales de los que depende el desarrollo tecnológico: cobre, litio, níquel o aluminio”, señaló.
La Fundación subraya que los países que ya invierten en infraestructuras de reciclaje avanzado están posicionándose para dominar el suministro de minerales críticos. Baxi destacó especialmente el caso de China, que “ha dejado de conformarse con fabricar productos baratos para convertirse en un actor dominante en las cadenas de valor de las tecnologías verdes”. Su inversión masiva en recuperación y procesado de materiales coloca al país como “el guardián del futuro”, mientras que Occidente “se queda atrás en las tecnologías más sofisticadas, una factura que pagará muy pronto”.
El agujero negro de los metales preciosos
Según la nota difundida por la GRF, la mayor pérdida de metales críticos se produce a través de los residuos electrónicos. En 2022, los aparatos desechados contenían alrededor de 91.000 millones de dólares en metales (casi 79.000 millones de euros), pero solo se recuperaron unos 28.000 millones (24.500 millones de euros).
En el Reino Unido, por ejemplo, las estimaciones apuntan a que cada año 148 millones de libras en materiales valiosos (casi 168 millones de euros) llegan a la cadena del reciclaje, pero muchas fracciones de oro, plata y platino se recuperan fuera del país. La falta de tecnologías de recuperación avanzada supone una pérdida mínima de 13,64 millones de libras anuales (15,5 millones de euros).
El fenómeno, conocido como “minería urbana”, demuestra que la recuperación de materiales desde los residuos puede ser más rentable y menos dañina que la minería tradicional.
Un debate ausente en la COP
A pesar de celebrarse en un punto simbólico —a las puertas de la Amazonia— la COP30 no logró atraer a un número significativo de líderes mundiales. Según la GRF, la ausencia de debate sobre reciclaje representa una oportunidad perdida, especialmente en un contexto de crisis climática agravada por fenómenos extremos cada vez más frecuentes.
La GRF insiste en que el reciclaje es una industria que evita miles de millones de toneladas de emisiones, impulsa el PIB mundial, crea empleo verde y reduce las emisiones de metano al disminuir la dependencia de los vertederos. Sin embargo, continúa sin obtener espacio en las negociaciones climáticas internacionales.
La fundación advierte de que las tecnologías avanzadas de reciclaje serán esenciales para garantizar la seguridad de abastecimiento y reducir la volatilidad en los precios de los minerales críticos. Las previsiones apuntan a que el mercado global de estas tecnologías podría superar los 200.000 millones de dólares en 2030, impulsado por la urbanización, los criterios ESG y la escasez de recursos.







