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Cada habitante de Gipuzkoa desperdicia 170 kg de comida, según un informe elaborado por la Diputación Foral, que apuesta por la prevención para afrontar el problema.

Gipuzkoa cuantifica su desperdicio alimentario
Alimentos no consumidos gestionados como residuos. Foto: Javier Ansorena

Gipuzkoa desperdicia 123.000 toneladas de alimentos cada año, lo que equivale a 170 kg por persona, según un diagnóstico elaborado por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, cuyos resultados se dieron a conocer esta semana en una jornada sobre el despilfarro alimentario. Durante este encuentro, se presento también el proyecto “Saving Food” para implantar una recogida de alimentos cocinados en el sector de la hostelería guipuzcoana y se expusieron las líneas de trabajo de la Diputación Foral de Gipuzkoa para hacer frente a este problema.

Durante el año 2017, al objeto de poner en valor el primer nivel de la jerarquía de residuos, la prevención, se pusieron en marcha dos nuevas actuaciones en Gipuzkoa. Por una parte, el mencionado diagnóstico que cuantifica el desperdicio de alimentos en el territorio; y por otra, se inició la cuantificación de los excedentes cocinados del sector HORECA que pudiesen ser susceptibles de una donación. Esta iniciativa ha permitido poner en marcha un proyecto piloto con el Banco de Alimentos para el aprovechamiento de los excedentes de alimentos cocinados producidos en las cocinas centrales de Ausolan, empresa de restauración para colegios, empresas, hospitales… Este proyecto permitirá el aprovechamiento de aproximadamente 50 raciones diarias.

Según la FAO, en todo el mundo se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano

Para reducir esas más de 120.000 toneladas de alimento que se desperdician al año en Gipuzkoa, la Diputación Foral comenzó a trabajar en el año 2007 con el Banco de Alimentos en la recogida de productos consumibles no comercializables denominados «último minuto” (aquellos que son perecederos pero perfectamente consumibles). Gracias a esta colaboración, se han recogido y distribuido en torno a 800.000 kilos de alimento cada año. Así, además de paliar las necesidades de muchas familias guipuzcoanas, se ha evitado la gestión como residuo de alimentos perfectamente consumibles, poniendo en valor el primer nivel de la jerarquía de residuos: La prevención.

El Diputado Medio Ambiente resaltó que la lucha contra el despilfarro alimentario es una “línea de trabajo” dentro de la lucha contra el cambio climático. “Si el desperdicio de alimentos fuese físicamente un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, después de China y Estados Unidos. Por ello es necesario abordar el despilfarro alimentario como un problema de primer orden”, declaró Asensio.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), en todo el mundo se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen para consumo humano, con el coste económico y medioambiental que esto supone. Mientras, una gran parte de la población mundial sigue siendo insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Ante ello, los objetivos de Desarrollo Sostenible pretenden reducir a la mitad el desperdicio de alimentos por habitante en 2030. El Diputado de Medio Ambiente José Ignacio Asensio, explicó que “nuestro Territorio no es ajeno a dicho reto y en línea a la planificación de gestión de residuos de Gipuzkoa, de la Economía Circular y de la jerarquía de los residuos, nuestro Departamento trabaja en la prevención del despilfarro de alimentos”.

Además del programa «Ultimo minuto», la Diputación Foral de Gipuzkoa está desarrollando otras iniciativas para revertir el problema del despilfarro de comida:

  • Proiektuen azoka: Se celebrará una jornada con agentes que trabajan en la lucha contra el despilfarro alimentario, para generar conjuntamente ideas innovadoras en torno a la prevención del despilfarro de alimentos. Asimismo, y una vez definidas las ideas potencialmente a implantar, se procederá a determinar su efectividad y viabilidad para su priorización.
  • “Gourmet bags”: En colaboración con la Dirección de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, se realizará un proyecto piloto con aquellos establecimientos ubicados en la Parte Vieja y comprometidos con el problema del despilfarro alimentario que adopten medidas para su reducción. Entre otras medidas, se les facilitarán medios para dar a conocer a la clientela la posibilidad de llevarse raciones sobrantes.
  • Incorporar en el programa de Prevención del Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa 2019-2030, el despilfarro de alimentos como una de las líneas prioritarias.
  • Finalmente, con motivo del Día Mundial de la Alimentación, el próximo 16 de octubre, se prevé realizar un evento abierto a la ciudadanía para visibilizar la problemática del despilfarro de alimentos desde su perspectiva social, económica y medioambiental, su concienciación e impulsar su involucración en la prevención de residuos.
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