Los autobuses de la EMT podrán monitorizar la calidad del aire, los niveles de polen y diferentes parámetros meteorológicos gracias a la instalación de microsensores conectados en tiempo real con servidores de la empresa.

Los autobuses de la EMT de Madrid medirán la calidad del aire
Un autobús de la EMT por las calles de Madrid. Foto: Pablo Lorenzo (cc)

Los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) podrán monitorizar la calidad del aire, los niveles de polen y diferentes parámetros meteorológicos gracias a la instalación de unos microsensores en los propios vehículos de su flota.

Este proyecto, aún en fase piloto, se enmarca dentro del programa Horizon 2020, y, en concreto, en la convocatoria denominada H2020-EUJ-2014, lanzada por la Comisión Europea para fomentar la colaboración entre Europa y Japón.

En el marco de esta iniciativa la EMT se ha involucrado en una propuesta de proyecto denominada IKAAS (INTELLIGENT KNOWLEDGE-AS-A-SERVICE), que consiste en el desarrollo de una plataforma ‘big data’ para ciudades inteligentes (‘smart cities’) que recoge información a través de diferentes sensores para su tratamiento posterior y su difusión a los ciudadanos.

En el caso de Madrid, esta propuesta consistirá en una experiencia piloto que pretende aprovechar la flota de la EMT (1.900 vehículos) para monitorizar la calidad del aire gracias a la instalación de unos sensores en los autobuses.

Dado que los vehículos de la EMT están en constante movimiento por la ciudad y que están conectados en tiempo real con servidores de la EMT, los medidores permitirán hacer una importante recogida de datos en tiempo real sobre niveles de dióxido de nitrógeno y ozono, niveles de polen y diferentes parámetros meteorológicos (humedad relativa del aire, temperatura o índice de radiación UV).

En caso de que el proyecto piloto avance favorablemente, el Ayuntamiento de Madrid y la EMT tienen previsto tener en circulación a principios de 2016 varios autobuses con estos dispositivos.

Este conjunto de datos permitirá crear análisis dinámicos de información, modelos ‘big data’ o sistemas predictivos, para ofrecer esos valores al ciudadano, mediante un modelo abierto, con el fin de que las administraciones y otros proveedores lo integren y ofrezcan servicios tales como información sobre el estado del aire y la concentración de pólenes, alertas y recomendaciones sanitarias y otros asuntos relacionados con la prevención y la salud pública.

Por otro lado, esta semana Madrid ha acogido una reunión de trabajo del consorcio completo de este proyecto, con la vista puesta en la primera revisión formal del proyecto por parte de la Comisión Europea, que tendrá lugar el día 12 de noviembre en Tokio.

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